A los 23 años, Jorge Chahab se
calzó por primera vez la camiseta de un equipo cordobés: la Alianza
Juvenil-Estudiantes de Río Cuarto, que entonces disputaba la Liga Nacional B
2007/08 (el torneo luego adoptó el nombre de Torneo Federal) bajo la dirección
técnica de Javier Bianchelli, actual entrenador de Quilmes de Mar del Plata en
la Liga Nacional.
Chahab jugó su primera
temporada de la Liga Provincial de Clubes en Atlético Río Tercero, en la
temporada 2009/10, luego de alejarse de Tiro de Morteros en la Liga Nacional B.
Su segunda experiencia en el máximo torneo de clubes de la Federación de
Básquetbol de la Provincia de Córdoba fue para dar la vuelta olímpica: fue la
pieza clave que se incorporó para jerarquizar a Complejo Origone de Justiniano
Posse, el elenco que se consagró campeón en la temporada 2013/14, de la mano
del DT Fernando “el Chueco” Aguilar, hoy conductor de Atlético Bell de Bell
Ville.
La tercera experiencia del
“Titi” en la Liga Cordobesa es la actual, en la que se convirtió en el
“bombardero” de la competencia: 23,3 puntos de promedio, con ocho de sus 11
partidos por encima de las 20 unidades, una media de 37,1 minutos y muy buenos
porcentajes en libres (85 por ciento) y triples (36 por ciento), y una
efectividad un poco menos consistente en dobles (43 por ciento).
CHAHAB EN LA LIGA CORDOBESA 2017/18
El máximo anotador de la
temporada 2017/18 dialogó con el Departamento de Prensa de la Federación de
Básquetbol de la Provincia de Córdoba y dejó sus impresiones a través de una
experiencia que le permitió, año a año, disfrutar de cada momento en un
vestuario o dentro de un rectángulo de juego.
A continuación, el diálogo
completo:
– Sos el goleador de la Liga
Cordobesa 2017/18, con promedio de 23,3 puntos por partido, y metiste más de 20
tantos en 8 de los 11 partidos que jugó tu equipo. ¿Cómo asumís una temporada
con tanto protagonismo ofensivo?
–Me siento cómodo, muy bien, y
avalado por el cuerpo técnico y por mis compañeros, que permiten mi excesivo
protagonismo ofensivo. Obviamente, es difícil encontrar un equilibrio, pero hay
que buscarlo: a uno lo pone bien energéticamente estar bien adelante, pero no
hay que perder la cabeza y trabajar en el otro costado, en defensa.
–En esta cantidad de partidos
con goleo tan alto, ¿hubo algún juego particular en el que sintieras que
estabas por demás iluminado para buscar el aro?
–No, en ningún momento me sentí
iluminado. Todos los tiros que he tomado y he metido fueron con mucho esfuerzo.
Para embocar, tuve que errar mucho también. Es una Liga competitiva, muy
fuerte, con jóvenes con mucha intensidad, así que se hace difícil lanzar
tranquilo. Todos los puntos fueron con mucho sacrificio, mucho esfuerzo. Lograr
el equilibrio es clave, como decía antes. En esta temporada me toca más en el
costado ofensivo, pero todavía falta para consolidar al equipo, que es lo más
importante.
– ¿Con qué aspiraciones
personales asumiste esta temporada?
–En lo personal, ninguna. La
idea era armar un buen grupo y divertirnos mientras hacemos algo que nos gusta.
Trabajar y divertirnos es el objetivo número uno. Se fue dando lo del goleo,
pero no lo tenía en la cabeza. Lo más importante es tener un buen grupo y
pasarla bien en la cancha.
– ¿Cuáles son las aspiraciones
de mínima y de máxima de Centro Recreativo en esta Liga?
–La idea principal es la de participar,
hacer un buen torneo y dejar bien parada a la ciudad de Hernando. Todo eso
sería ideal. Queremos llevar a Centro Recreativo lo más arriba que se pueda en
la tabla de posiciones. Ansiamos dejar al equipo en un lugar lindo, porque hace
mucho que en la ciudad no se vivía la Liga Provincial de Clubes. Y hacerlo con
un buen básquet también es muy importante.
–Ya fuiste campeón de la Liga
Cordobesa con Complejo de Justiniano Posse y jugaste el torneo con otros equipos.
¿Cuáles son los rasgos principales y más atractivos de esta competencia a
través de los años?
–Lo más atractivo del torneo
es compartir: compartir viajes, vestuario, juego, comidas. Cuando se arma un
grupo, la palabra “compartir” es lo más lindo que puede haber. Obviamente, a
ese disfrute me lo dio la experiencia. Y es una palabra que vale un montón.
–Precisamente, ¿de qué cosas
disfrutás con 34 años y no registrabas como importantes cuando eras más joven?
–La verdad, hay algunas que
son muy lindas. Disfruto mucho cuando en el grupo hay buena comunicación y
podemos hablar de las cosas, los problemas o lo que fuere. Me gusta que el
grupo esté comunicado adentro del vestuario y en la cancha. También disfruto
cuando hay fluidez entre el cuerpo técnico y los jugadores, porque eso te da
una “familia”. Es algo que vivo hoy y que no vivía de chico, cuando pensaba que
era entrar a la cancha y jugar contra todos. Mientras más comunicados estemos,
más fluido se da todo. Hay que tratar de que todos, hasta el utilero, que no
entra a la cancha pero ayuda mucho, se sientan parte importante. Esa energía de
todos es clave.
–La última: ¿tiene significado
especial jugar como local en una cancha que se llama Marcelo Gustavo Milanesio?
–Tiene un efecto grande jugar
en la cancha de Centro Recreativo, que tiene el nombre de Marcelo Milanesio y una
foto gigante de él en la entrada. Marcelo y Mario una huella hermosa en el
club. Cuando le dije a mi hermano, que también fue jugador, que yo iba a jugar
en Hernando, él se puso muy contento: para la gente de su época, Marcelo fue el
N° 1 indiscutido. La verdad, impacta entrenar o jugar delante de una foto de
Marcelo, que fue uno de los mejores bases de la historia del básquet argentino.
Es muy lindo jugar en una cancha con semejante historia.
En equipos cordobeses, Jorge Chahab logró un título y tres ascensos. Dio la vuelta olímpica de la Liga Cordobesa con Complejo Origone de Justiniano Posse en la temporada 2013/14 y logró subir dos categorías en distintas etapas con 9 de Julio de Río Tercero: de la Liga Nacional B al TNA en 2008/09 y del TNA a la Liga Nacional en 2014/15.
En el exterior, Chahab jugó en ligas del ascenso de Italia y España. Consiguió subir de categoría en dos ocasiones con equipos de la península itálica.
Chahab nació en Moreno, provincia de Buenos Aires (ubicada a 36 kilómetros al oeste de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires). Comenzó a jugar al básquet en Los Indios de aquella localidad hasta los 13 años y luego pasó a Ateneo de Versalles. Volvió en varias oportunidades a Los Indios y, además, vistió las camisetas de Boca, Obras, La Unión de Colón, Tomás de Rocamora de Concepción del Uruguay, Ciclista de Junín, Ferro y Regatas Uruguay, además de su paso por seis equipos cordobeses: Alianza Juvenil-Estudiantes de Río Cuarto, 9 de Julio de Río Tercero (en dos períodos), Tiro de Morteros, Atlético de Río Tercero, Complejo Origone de Justiniano Posse y, ahora, Centro Recreativo de Hernando.
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