Pablo lleva el gen de la pesca en la sangre y hoy, con 50 años, agradece a su familia (Rosana y Mateo) por el apoyo incondicional que le permite seguir dedicándose a este hermoso deporte. En esta nota te contamos su trayectoria.
Pablo lleva el gen de la pesca en la sangre y hoy, con 50 años, agradece a su familia (Rosana y Mateo) por el apoyo incondicional que le permite seguir dedicándose a este hermoso deporte. En esta nota te contamos su trayectoria.