Estuvimos con la gimnasta Anahí Sosa, en el Club Banco de Córdoba, donde se desempeña como entrenadora, para hablar de su presente y sus próximas actividades.
Además recordó su paso por la ACD y la experiencias que allí vivió. Esta admirable deportista, que fue premiada con el Escudo de Oro de la Confederación de Deportes en el año 2006 es la actualmente la coordinadora de la Escuela de Gimnasia Rítmica en Estadio Mario Kempes.
¿Cómo han fueron tus inicios y cómo has ido desarrollando tu actividad en el ámbito deportivo?
Me inicie en la gimnasia rítmica cuando tenía cinco años, casi seis… fue de casualidad, más por una razón de salud y recreación que de la competencia. Y como suele suceder con estas cosas, te vas identificando con el deporte, te gusta lo que vas haciendo y tus entrenadores encuentran en vos actitudes y aptitudes para hacer de vos un proyecto de deportista. Desde muy chica empecé a entrenar duro para una gran nivel, desde entonces ya sabía lo que quería hacer el resto de mi vida. Fue un proceso sano, sin exigencia ni presiones, solo con estímulo y motivación, hasta que a los diez años ingresé a la selección nacional en la categoría junior. Luego vinieron las grandes competencias como un mundial, los Odesur o los Panamericanos.
Se nota que lo vivís con mucha pasión, ¿cómo es esto de ser una referente dentro del deporte de Córdoba?
Vos lo dijiste para mí esto es una pasión, siento mucha felicidad y un orgullo que mi nombre sea reconocido y sea directamente relacionado con la gimnasia rítmica. El deporte me formó como persona, ahora me está formando como profesional, porque desde hace ocho años soy entrenadora de gimnasia y estoy convencida que esto quiero hacer toda mi vida.; poder transmitirle a las nuevas generaciones la experiencia que yo tuve, es lo mejor que me pudo haber pasado. Simplemente estoy agradecida a la oportunidad que me dio Córdoba de estar en el lugar que estoy.
¿Desde tu rol como entrenadora, consideras que es más importante formar atletas o transmitir valores?
Me parece que las dos cosas van de la mano, están relacionadas. Un deportista para ser buen deportista tiene que tener valores, humildad, compromiso, responsabilidad. Tiene que saber competir, porque eso implica muchas cosas, porque tenes que saber perder aunque muchas veces se enojan si pierden, pero también hay que saber ganar y cuando uno gana y se sube al podio, tiene que saber que al otro día se empieza de cero y que hay que mantener la humildad porque los torneos son todos diferentes, y un día estas vos arriba y al próximo puede estar otro. Trato de enseñar eso a mis alumnas, muchas veces cuesta mantenerse en la cima del éxito que luchar para subir, ambas cosas son muy complicadas, y hay que enseñarlo también y transmitirlo de la mejor manera, para que crezcan con esos conceptos internalizados.
Hace poco tuviste una experiencia como dirigente deportiva, ¿qué evaluación harías de esa experiencia?
Fue maravilloso formar parte del directorio de la Agencia Córdoba Deportes, junto a grandes personas que se convirtieron en grandes compañeros de trabajo y con los que construimos una línea social del deporte muy importante, que hoy con la gestión actual se continua trabajando, y eso es lo que más me alegra, he sido parte de todos los proyectos de escuelas deportivas en lo que fue la gestión de Agustín Calleri. Estoy muy agradecida de haber formado parte de ese directorio y todos apuntamos hacia lo mismo, que es el crecimiento del deporte y vamos por buen camino, me siento orgullosa de eso.
¿Un mensaje para las personas que se están indicando en la actividad deportiva?
Que el deporte se hace por pasión, y cuando uno es deportista lleva eso consigo en todo momento, no hay que iniciarse con la idea de ser el mejor. Hagan deporte para aprenderlo, para disfrutarlo porque muchas veces te vas a frustrar porque sólo llega uno al éxito pero en los semilleros hay cientos, disfruten lo que hacen, hagan el deporte que hagan eso el valor más importante que te deja esta actividad.
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