Estuvimos en las instalaciones del Club Instituto de Barrio Alta
Córdoba, para conversar con el judoca Jorge Lencina, atleta de gran experiencia
internacional, que nos representará en los próximos Juegos Paralímpicos de Río
en 2016.
El judoca cordobés de cuarenta años es un referente en su disciplina y
se prepara con todo para afrontar otro sueño olímpico, buscando superar la
medalla de bronce lograda en Beijín 2008 y Londres 2012. Además estuvo
representando a nuestro país en los Juegos de Atlanta 1996, Sídney 2000 y
Atenas 2004.
En 2006 le detectaron un problema en la córnea, y así se sumó a las
filas del Judo para disminuidos visuales, teniendo en cuenta que en el judo
paralímpico clasifican solo 12 del mundo por eso es tan importante la cita en
Rio 2016.
¿Qué significa el judo en tu vida?
Me inicie en el judo desde muy pequeño, justamente en este club (IACC),
justamente por una necesidad de realizar un actividad recomendada por el medico
ya que era poco sociable. En los primeros años se practicaba judo debajo de las
tribunas del Ángel Sandrin. Ya son 32 años haciendo esto que me apasiona.
¿Qué significa para vos estar representando a IACC mediante el Judo?
Es como volver a las raíces, es una sensación muy linda, son muchos años
entrenando acá, quizás con la salvedad de que aún queda mucho por mejorar,
sobretodo en este tipo de instituciones que respiran fútbol. Y lo que a uno le
duele es tener poco reconocimiento como deporte amateur en semejante
institución.
¿Consideras que si los clubes grandes de Córdoba, Talleres, Belgrano, el mismo Instituto, le dieran mayor relevancia al deporte federado cambiaría la
realidad para su desarrollo?
Yo creo que hoy en día como está la sociedad, con la necesidad de
realizar otro tipo de actividades, pienso que el tema de la inclusión desde el
deporte son pasos muy importantes para concretar objetivos. Sobre todo para que
los padres tengan otras herramientas y los más jóvenes rompan con la estructura
de su computadora, de su casa, el mundo virtual y se inclinen por la
práctica deportiva, sin que sea una actividad de alto rendimiento sino
simplemente para promover una actividad que hecha a conciencia termina
gustando.
¿Cómo vivís la realidad de ser un referente en el deporte de
Córdoba y en las artes marciales? ¿Cómo lo llevas en tu vida diaria?
(Risas) Muy contento, tengo la posibilidad de dar clases,
devolviendo un poco de lo que he ido aprendiendo en mi carrera a los chicos y a
las personas que desarrollan esta actividad. En ese aspecto me siento muy bien
y bueno al ser reconocido más todavía siendo que le falta más difusión.
Más allá de los logros, medallas y diversos premios alcanzados en tu
carrera deportiva, cómo viviste el Premio Escudo de Oro en el año 2008, de la
Confederación de Deportes.
Y son premios realmente que, aunque el deportista diga que no, sí los
espera, porque al ser reconocido entre todos los deportes es muy importante
para valorar el esfuerzo realizado por uno. Personalmente creo que todos los
deportistas merecen un premio así, porque todos realizan mucho trabajo para
alcanzar objetivos dando lo mejor en cada desempeño, pero sin lugar a dudas
siempre es lindo ser reconocido y a mí me gustó mucho haberlo ganado por la
cantidad de años dedicados al deporte, por el apoyo de mis padres y de personas
que han estado desde el principio.
¿Cuál sería tu mensaje para las personas que se inician en la práctica
deportiva?
Yo creo que el mensaje es jamás bajar los brazos, cualquiera sea el
deporte, hacerlo con ganas, y con mucha seriedad y responsabilidad, pero con la
humildad como pilar fundamental. Todos estos son factores importantes para que
cada deportista se destaque en su actividad, porque a la larga llegan los
reconocimientos, los éxitos.
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