En el día del periodista, una reflexión acerca de la vorágine de la información, los cambios de paradigmas y las herramientas para escapar de la manipulación de la sobre información en la que vivimos.
“El ADN de la información ha cambiado, ahora hay que cambiar
el ADN del periodista”, famosa frase de uno de los íconos del periodismo,
Ignacio Ramonet.
Los paradigmas han cambiado, y ante tal
instantaneidad, sobre información, frialdad, los periodistas tenemos una gran
tarea: cambiar.
Hace unos años, se consideraba a los medios de
comunicación como el 4º poder, el que está encargado de cuidar la democracia.
“Desde hace una quincena de años, a medida que
se aceleraba la mundialización liberal, este «cuarto poder» fue vaciándose de
sentido, perdiendo poco a poco su función esencial de contrapoder” Ignacio
Ramonet, Ensayo El Quinto Poder.
Hoy,
hay una gran confusión entre información y comunicación, citando a Ramonet, por
lo que los periodistas tenemos que mostrar la
mejor versión de la verdad, repensando desde la creatividad los conceptos
que son necesarios conservar y cuales son necesarios modificar. Darse la oportunidad
de dudar sobre esos sistemas que están arcaicos.
Como profesionales debemos involucrarnos desde
la responsabilidad y veracidad en las historias que estamos contando,
despertando de este modo una nueva forma de pensar que teníamos olvidado: el sentir
de las emociones.
Desde el periodismo darle un nuevo valor a las
emociones, condimento que ni la más avanzada máquina puede tener. Incorporar la
innovación a nuestro favor, escarbando hacia la parte que no se ve del iceberg,
abordando la realidad desde la diversidad para así, escapar de la manipulación
de la “post-verdad”, la mentira de la post modernidad que nos gobierna.
0 comments :
Publicar un comentario