12.7.17

Conocé la gimnasia aeróbica desde la nº5 del mundo, Daiana Nanzer


Daiana Nanzer prácticamente nació con la gimnasia aeróbica deportiva. Es oriunda de la localidad cordobesa de San Francisco y su vida se mueve en son de este deporte, en la que además de ser gimnasta es profesora en su ciudad. 
Daiana tuvo sus inicios apenas a los dos años con la práctica de distintas danzas. Pero, lo que la llevó a decidirse por la gimnasia aeróbica fue reconocer esta disciplina como un deporte: “Además de el hecho de querer competir cada vez más y a mayor nivel”, reconoce la campeona.

“Disfruto mucho entrenar y participar de los torneos”, aseveró la gimnasta.

Además, agrega porqué le encanta la gimnasia aeróbica: “Es uno de los deportes más completos en cuanto a entrenamiento físico y mental. Se logra un gran desarrollo integral, y a su vez se realiza combinando con música y con un gran plus artístico, en el que me ayudó mucho tener una base en la danza”.

Aun en el día de hoy, la campeona continúa practicando danzas: “Es mi otra gran pasión y además lo uso como complemento del entrenamiento”, aseguró.




-¿Cómo es vivir (ya que empezaste de tan chica) con la gimnasia aeróbica?

-¡Siempre lo disfrute mucho! Por eso, hasta el día de hoy la sigo practicando. No es fácil tener los horarios, los intereses y las prioridades al revés del mundo (risas).

Entrenar muchas horas al día no le impidió lograr sus metas ni descuidar sus estudios, por lo contrario. Desde chica Daiana tenía la certeza y las ganas de ser una gimnasta: “Era tanta la emoción que me generaba ir metiéndome en el mundo del deporte que siempre disfruté mucho de cada momento y cada uno de los pasos que fui dando”, asegura.

“Hoy, miro hacia atrás y logré más cosas de lo que podría haber imaginado. La verdad que es una satisfacción inexplicable”, cuenta. 

Claro que, detrás de todos sus logros hay horas de esfuerzos, sacrificios y prioridades: “Pero sobre todo, mucha fuerza de voluntad y disciplina para todo lo que emprendía”, comenta la campeona.

“Siempre tuve en claro lo que quería y sentía que siempre tenía fuerzas para seguir adelante”, asegura.

Sus logros y su mente puesta en el deporte no la hizo descuidar el estudio, por el contrario. Daiana fue abanderada en la primaria y en la secundaria: “Pienso que el deporte siempre me hizo ser una persona muy responsable y disciplinada”, cuenta que se logra con la organización.

Desde su niñez, el apoyo de su familia y sobre todo de su mamá, quien fue y es su entrenadora, fueron los grandes responsables de sus incontables logros.

“Mi mamá siempre tuvo la palabra justa para cada momento que tuve que atravesar y a quien agradezco siempre por haber estado y seguir estando a mi lado en cada paso que doy”, destacó Daiana.

Ser deportista le influyó en muchas decisiones que tomó en su vida: “Siempre me hizo tener una vida saludable y muchas veces tener prioridades diferente al resto”, dijo.



Entre ellas, la coincidencia del viaje de egreso de la secundaria con un torneo Panamericano que era el último en la categoría juvenil: “Debía defender el título obtenido el año anterior. Decidí ir al torneo”.

“Mi primer competencia internacional fue en el año 2000 en Anaheim, Estados Unidos. A los 11 años”, cuenta.

Este torneo fue de gran importancia en la vida de la gimnasta: “A la final solo pasaban los 10 mejores gimnastas y yo quedé en el puesto 11, a un pasito de entrar. Y ahí es donde me di cuenta que esto es lo que quería. Entrenar para superarme y lograr entrar a finales y estar entre los mejores, sin importar lo que haya que dejar de lado”, asegura.




“Desde ese momento tuve bien en claro lo que quería para mi vida y que nada me podía parar”, aseveró.

Además la elección de la carrera universitaria fue pensando en este gran deporte y pasión: “También decidí estudiar el profesorado de educación física en mi ciudad para poder seguir entrenando al máximo”, expresa.

El día de Daiana se divide entre sus entrenamientos y su trabajo que consiste en dar clases en la Academia de Arte y Expresión. 

“Disfruto poder trabajar de mi gran pasión. Me gusta mucho poder transmitir los conocimientos que me dieron tantos años de experiencia y facilitarle a las nuevas generaciones información que a nosotros nos era muy difícil conseguir. Es muy lindo ver el crecimiento y progreso de los alumnos que vamos construyendo poco a poco”, cuenta Daiana acerca de lo que más le gusta de su rol como entrenadora.

Daiana Nanzer, tenía el sueño de compartir junto a sus ídolas el podio. Y lo cumplió con esfuerzo, dedicación y determinación. 

-¿Podés explicar lo que sentiste al compartir el podio con tus dos referentes?

-¡Yo creo que es inexplicable! ¡Un sueño cumplido! Estaba en el podio y los ojos me brillaban como nunca. Fueron mis dos ídolas de toda la vida de las cuales me sabía todas sus rutinas anteriores y era una admiración y respeto muy grande. Al compartir ese podio justamente con ellas, creo que fue una felicidad enorme, tanto como haber ganado el torneo. Tuvo un gran significado para mi carrera y un puntapié para lo que se vendría después.

El año pasado, Daiana compitió en Incheon, Corea. Debido a su triunfo, Argentina quedó entre los mejores del mundo: “Fue una emoción enorme. Una felicidad total. Ser la única de argentina que logró meterse en la final y darle a nuestro país ese logro es inexplicable”, expresa.


“Me pasaron millones de imágenes por mi cabeza en un instante. Sobre todo, de muchas cosas que me hicieron fuerte. Sentí que esto era un premio a la perseverancia y esfuerzo de tantos años, y que todo lo que hice valió la pena y lo volvería a hacer”, cuenta Daiana.

La campeona, con más de 25 años de trayectoria en la gimnasia aeróbica, proyecta continuar entrenando y dictando sus clases como profesora.

Participará a fin de año, en el campus de entrenamiento a nivel nacional e internacional. Además se propone con determinación: “Mantener mi título Sudamericano y Panamericano que se disputarán en agosto en Perú y noviembre en Colombia respectivamente”, cierra Daiana Nanzer, nº 5 del mundo en gimnasia aeróbica deportiva.