Hace 8 años comenzaba el proyecto de Fernando Sosa junto a un equipo de trabajo reunido por un objetivo en común, promover la práctica deportiva, más específicamente el handball.
Empezaron en el Club Empalme, estuvieron 2 años allí. En aquel tiempo el costo del club empezó a crecer, empezaron a hacerlos entrenar a la intemperie con piso de tierra por lo que decidieron mudar el proyecto a una cancha concesionada como lo es el club San Martín también en la zona.
En el nuevo espacio realizaron mejoras y ampliación de las canchas y siempre mantuvieron el nombre del barrio que los vio crecer, pasado un tiempo comenzaron nuevamente los inconvenientes, el costo de los alquileres se tornó imposible de solventar con el dinero de las cuotas de los chicos, por lo que nuevamente se vieron obligados a buscar un nuevo espacio.
En ese momento a Sosa le llego la propuesta de AGEC para que se sumen a entrenar en el predio de Unión San Vicente, espacio utilizado por el gremio para que sus miembros cuenten con un espacio de esparcimiento. Estar en la zona fue fundamental para que sin dudarlo y previo acuerdo de las partes se concrete la mudanza. Lograr un espacio estable para sus alumnos siempre fue prioridad, llevan ya dos años jugando como AGEC.
Hoy el mayor proyecto del club es hacer crecer las bases, por lo que el profe Fernando organiza torneos en el predio con chicos de escuelas primarias de la zona para incentivar la práctica del deporte y aprovechar el espacio para reclutar a nuevos jugadores.
El fuerte de este equipo es la rama femenina, la cual también cuenta con mayor número de jugadoras. Pero parte del proyecto apunta a armar la escuadra masculina completa y está en proceso de reclutamiento.
Llevan 5 años federados y el año pasado consiguieron excelentes resultados que les permitían conseguir un ascenso de las menores a la A por los puntos conseguidos, pero cauteloso Sosa prefirió esperar a nutrir con más jugadoras la categoría y finalmente consiguieron el ascenso por mérito propio.
Con 65 jugadores federados, sin contar a los infantiles, a los jugadores del recreativo y nuevos jugadores, el equipo se encuentra en un club que los contiene, que les da un espacio y los elementos necesarios para entrenar, hoy en la mente de los entrenadores solo está el crecimiento del equipo.
Sin dudas el proyecto serio de docentes apasionados que siempre buscaron mantenerse en la misma zona para darle la posibilidad de continuidad deportiva a los chicos del barrio que los vio crecer, ha sido fundamental no solo como espacio para el crecimiento deportivo de estos chicos, sino también para la formación de personas en un ámbito en el que se los cuida, respeta y escucha tanto dentro como fuera de la cancha.
Vía Federación Cordobesa de Handball
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