Atlético Bell de Bell Ville le puso el broche de oro a una campaña de ensueño, al derrotar como local a 9 de Julio de Morteros 87 a 68, para liquidar 4-1 la serie final de la temporada 2017/18 de la Liga Cordobesa Crelech, ante una notable concurrencia de público en el Polideportivo Elías “Tito” Proietti.
El equipo del Sudeste, que ganó 23 juegos y perdió apenas uno, consiguió el ascenso al Torneo Federal y se quedó con la Copa Mundo D.
El capitán Sebastián Faure recibió el máximo trofeo de manos del presidente de la Federación de Básquetbol de la Provincia de Córdoba, Mario Ontivero, en uno de los momentos inolvidables de una noche muy especial. También fueron parte de la premiación Hilario Serlin, presidente honorario de la FBPC, y Gustavo Pérez, tesorero de la institución.
Rodrigo Riquelme fue el máximo anotador del ganador, con 19 puntos (5/6 en triples), seguido por Lucas Machuca, Fernando Falistocco y Sebastián Faure, todos con 16 unidades. Además, “Fali” bajó 10 rebotes y el capitán descolgó 12 recobres. El trabajador Diego Rosatti anotó 10 tantos, bajó 4 rebotes y puso 2 tapas.
9 de Julio recibió respetuosamente sus medallas, luego del cordialísimo saludo entre los dos planteles al cierre del juego, y posteriormente se retiró hacia los vestuarios, cargado de amargura durante la vuelta olímpica de Bell. No obstante, el Celeste cumplió una gran campaña y sólo se quedó sin llegar a lo más alto porque se encontró frente a un rival que rindió altísimo inclusive en la serie final.
Oscar Cabrera fue el goleador del partido N° 100 en la historia de las finales de la Liga: anotó 21 puntos y entregó 6 asistencias. En la visita lo escoltaron Julián Garate, con 17 tantos y 7 rebotes, y Tomás Acosta, con 12 y 7 en esos mismos rubros estadísticos.
DESARROLLO DEL JUEGO
Después de solucionar un problema en el reloj de posesión, que demoró el juego apenas comenzado el primer cuarto, los nervios y las imprecisiones dejaron el sello en los 10 minutos iniciales. De la mano de Sebastián Faure y Fernando Falistocco, que se postearon o rompieron la primera línea y anotaron cerca del cesto, Atlético Bell ganó ese segmento 15-9 sobre 9 de Julio, cuyo estandarte era, sin duda, el corazón de Julián Garate. Hasta allí, los dos equipos abollaban el aro en los lanzamientos desde el perímetro. Estaba claro: para uno y otro, y con realidades que aparecían en los extremos, había demasiado en juego. Muchísimo.
Diego Rossatti, que se posteó bien profundo y la metió con un gancho corto, elevó la diferencia a 10 (19-9) apenas arrancó el segundo cuarto. Oscar Cabrera afinó la mira desde los 6,75 metros y Nueve amagó una reacción (19-12), pero el local encontró su mejor cara de la mitad inicial: se hizo pegajoso e intenso en defensa y encontró las vías de gol en ataque. Rodrigo Riquelme, con dos bombazos de tres puntos, y Rosatti, que definió una contra con una bandeja, ampliaron la brecha a 15 (27-12), mientras el Celeste seguía penando desde la línea de libres, con 2/8 hasta ese momento.
Aun con esa desventaja, la visita no aflojó en intensidad. Y siguió buscando hasta que encontró su fórmula: los lanzamientos a 4 ó 5 metros de frente al cesto, en varias manos, y la solidez de Oscar Cabrera y Garate. De esa manera, quedó a sólo seis puntos abajo (32-38) antes del descanso largo. Parecía negocio para el Nueve.
Garate, con un doble, acortó a cuatro (34-38) y las alarmas se encendieron en el Polideportivo Elías “Tito” Proietti. Sin embargo, rápidamente aparecieron las soluciones para el equipo que acariciaba el título: Tiziano Borioni, con un triple festejadísimo, y Faure, con un excelente doble en penetración, hicieron que el local se despegara primero por 13 (50-37) y luego por 15 (52-37).
Leandro Conti, que no había tenido peso en la ofensiva, apareció con dos aciertos desde el perímetro y la brecha bajó a un dígito (47-56) a poco más de 2 minutos para el cierre del tercer cuarto. Rodrigo Álvarez anotó otro bombazo desde el perímetro y Tomás Acosta, sobre la chicharra del cierre del cuarto, acortaron la desventaja a cinco (55-60).
Ya en el tramo final, Garate limó la brecha a sólo tres unidades (59-62). Justo ahí, apretado y con la necesidad de demostrar sus cualidades, el equipo conducido por Fernando Aguilar exhibió todo su arsenal de respuestas. Triple de Riquelme para calmar la situación y amigarse con el tablero electrónico (67-59) y bombazo de Faure para elevar la ilusión a lo más alto (70-62). Cuando Machuca sacudió la red con otro triple (78-64) y Borioni hizo saltar a los espectadores locales con su anotación desde la medialuna (81-64), estaba claro cuál de los dos equipos sería el dueño de la alegría.
La fiesta, anhelada y seguramente imaginada en cada una de esas cabezas, comenzaba a transformarse en realidad en las tribunas de un estadio que guardará esas postales durante muchos años, con casi mil espectadores que fueron testigos de un momento histórico para la ciudad de Bell Ville. Sólo faltaba que el reloj se consumiera poco a poco, que llegara el respetuoso abrazo entre los dos equipos y, por fin, la celebración tan esperada por un equipo que, a lo largo de toda la campaña, demostró que entre ceja y ceja había un solo objetivo: coronarse campeón.
Vía Federación de Básquetbol de la Provincia de Córdoba
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