17.5.18

Buenos Aires 2018: La emoción de conocer su futuro hogar

Cuatro integrantes del equipo argentino de taekwondo que se prepara para Buenos Aires 2018 vivieron un momento inolvidable en la Villa Olímpica de la Juventud: recibieron la llave y entraron a un departamento. Hasta hubo lágrimas.



Sebastián Crismanich (medalla de oro en Londres 2012): “Ver a los chicos de taekwondo en las habitaciones terminadas me provoca una envidia sana. Es un orgullo compartirlo con ellos por las condiciones de primer nivel que tiene este lugar”.

La ceremonia de entrega de la Villa Olímpica de la Juventud al Comité Organizador de Buenos Aires 2018 tuvo la presencia estelar de deportistas consagrados como Luis Scola, Paula Pareto, Walter Pérez y Sebastián Crismanich. Pero esos campeones Olímpicos les cedieron el protagonismo a cuatro chicos.

Milagros Cali, José Luis Acuña, Lautaro Díaz y Ramiro Ravachino forman parte del equipo argentino de taekwondo que se prepara para competir del 6 al 18 de octubre en la tercera edición de los Juegos Olímpicos de la Juventud. Ellos empezaron una jornada inolvidable cuando recibieron la llave de la Villa Olímpica.

Un rato más tarde, con la compañía de varios de esos famosos deportistas que vieron triunfar por televisión, cumplieron un nuevo sueño y conocieron su futuro hogar. Fueron los primeros de los 3.998 jóvenes atletas participantes de Buenos Aires 2018 en entrar a uno de los 1.159 departamentos terminados.

Milagros, medalla de oro en los Juegos Suramericanos de la Juventud, se imaginó en octubre y largó unas lágrimas: “Siento mucha felicidad. Me dan ganas de quedarme a dormir en esta habitación hasta que llegue el día de competir. Quiero apoyar la cabeza en la almohada para darme cuenta dónde estoy”.

Sus colegas varones ocuparon las otras tres camas de la habitación, también se recostaron y compartieron su alegría, sintiendo más cerca que nunca la posibilidad de ser uno de los 100 taekwondistas de distintos países del mundo que van a presentarse en el Pabellón Oceanía del Parque Olímpico de la Juventud.

“Creo que todos la vamos a pasar muy bien en esta Villa. Tengo muchas expectativas y espero la llegada de octubre. Quiero dar lo mejor para poner a Argentina en lo más alto”, dijo el neuquino Acuña, que salió subcampeón mundial juvenil en Túnez y sumó una gran experiencia de cara a los Juegos.

Ravachino conocía la Villa Olímpica, pero entró a la habitación y se sorprendió como los demás: “No tengo palabras. Yo había estado cuando empezaron a construir los edificios. Faltaba lo de adentro, las camas y los detalles. Ver los edificios listos me hace sentir ganas de instalarme ahora mismo”.

“Los Juegos van a ser algo increíble. Los departamentos quedaron muy lindos. Tengo muchas emociones juntas. Esto me genera más ganas de competir, de salir con todo y buscar la victoria”, reconoció Díaz tras bajar por la escalera para descargar un poco de la adrenalina acumulada durante el día.

Jeovanni Baeza, entrenador del equipo junto con Flavio Salvador, pegó un grito desde el balcón y los devolvió a la realidad: “¡Vamos chicos! En un rato tenemos que ir a entrenar”. Falta el último esfuerzo para poder acostarse sobre esos acolchados de Buenos Aires 2018 que tanto los hicieron emocionar.