La llama Olímpica que se encendió en
el estadio Panathinaikó de Atenas llegó a las oficinas del Comité Organizador.
El fuego Olímpico está en casa. Después de varias horas de viaje
tras el encendido en la emotiva ceremonia del martes en el estadio Panathinaikó
de Atenas (Grecia), de atravesar el continente europeo, volar sobre África y
cruzar el Mediterráneo, la llama Olímpica de la juventud iluminó suelo
argentino.
El vuelo aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza
Ministro Pistarini a las 6.45 de la mañana (hora Argentina). En un cofre
cerrado, las dos lámparas con el fuego sagrado llegaron en manos de Gerardo
Werthein, presidente del Comité Organizador Buenos Aires 2018, y de Leandro
Larrosa, director ejecutivo del Comité.
¿Quién los estaba esperando ansioso para ver la llama Olímpica?
La mascota de Buenos Aires 2018, #Pandi, que no pudo contener la emoción y
hasta posó para las fotos. También va a estar presente cuando el 5 de agosto
comience el Tour de la Antorcha para llevar el espíritu Olímpico a todo el país.
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