Cien años de Gloria
Un ocho de agosto de 1918, empleados del Ferrocarril Central Córdoba, que se reunían a menudo para compartir buenos momentos y realizar distintas actividades con la familia ferroviaria, firmaron el acta de fundación de un club que cambiaría para siempre la historia del barrio. En principio, la entidad llevaba el nombre de la empresa y sólo podían formar parte los empleados de la misma. Por como el Ser Glorioso era una llamita ya transformada en un incendio apabullante y todos los vecinos lo sentían como propio, el club se abrió a todo el público y surgió su nuevo nombre: Instituto Atlético Central Córdoba.
Toda su historia se basa en epopeyas, con glorias y reveses. De esta institución salieron campeones del mundo y futbolistas que supieron consagrarse alrededor del mapa, aunque su galardón más importante, sin dudarlo, es ser un club de barrio, con valores, espíritu, contención y compañerismo, la columna vertebral del importante barrio de Alta Córdoba.
En su centenario, saludamos a todos los que forman parte del Instituto Atlético Central Córdoba y deseamos que cumplan muchos más.
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