Con solo 22 años ya escribió su nombre en la historia grande de las Luchas Occidentales Nacional y pisa fuerte en el ámbito Internacional. Apenas unos días antes de que se decrete el aislamiento social preventivo y obligatorio, consiguió la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio. Algo que no lograba un Argentino en este deporte desde Atlanta 1996 ¡y lo hizo lesionado en su rodilla!
El luchador de Bialet Massé sigue sumando hitos a su ya laureada carrera deportiva. En el año 2013 ganó medalla de oro (58 kg grecorromana) y bronce (63 kg libre) en los Juegos Suramericanos de la Juventud y en 2014 clasificó a los Juegos Olímpicos de la Juventud tras obtener su primer Panamericano. En 2016 logró el segundo y en 2017 fue el primer Argentino en ganar en dos categorías (greco y libre) en el mismo Panamericano. Este año, en poco más de una semana logró conquistar la medalla de bronce en el Panamericano y medalla de plata con boleto para los Juegos Olímpicos, en el Preolímpico de Ottawa, Canadá.
“Estoy muy contento por el resultado. La clasificación la buscaba pero la veía muy lejos. Es un trabajo de años que venimos haciendo, de viajar y entrenar en otros países como Rusia, Iran o Bulgaria.”, cuenta Agustín, aún emocionado por lo logrado el 15 de marzo. “Este año empece la gira el 5 de enero, en Italia, de ahí a Rusia. Después estuve 5 días en Córdoba y me fuí a Estados Unidos. Y ahí si a Canadá donde fue el Panamericano y el Preolímpico. Recién a mediados de marzo volví acá.”, agrega el “gato” que estuvo mucho tiempo fuera de su casa, “gracias a la cuarentena estoy más tiempo acá ahora”.
Doble mérito lo conseguido por Agustin, ya que en el Campeonato Panamericano sufrió un esguince en el ligamento colateral interno de su rodilla derecha, en el duelo de semifinales frente al estadounidense Diakomihalis. “No quería luchar por el bronce porque me dolía la rodilla y lo importante era el Preolimpico. Mi entrenador me dijo que este tranquilo y que luche. La gané en el primer tiempo”, comenta sobre el triunfo sobre el Puertorriqueño Rodriguez Colón. “Entre el Preolímpico y el Panamericano hubo 5 días, prácticamente no entrene porque estaba mal de la rodilla, hacia fisio y me ponía hielo. Luche igual en el Preolímpico pero la final no, no valía la pena seguir lastimando la rodilla porque ya había logrado la clasificación”.
Se dice que se aprende más en la derrota que en la victoria y no fue la excepción para el luchador argentino: “En el Panamericano con el estadounidense entre medio dormido y desconfiado de lo que estaba haciendo, ahí me sacó una buena cantidad de puntos. En el segundo tiempo entre con otra actitud, confiado en mi técnica y lo que había entrenado. Empece a descontar puntos pero no me alcanzó. Esa pelea me sirvió porque ví que podía. Por eso en el preolímpico con el otro estadounidense entre diferente, sabiendo que estaba al mismo nivel”, cuenta el “gato” y continúa “supuestamente, el estadounidense que perdí es el segundo y al que le gane es el primero. Ellos mandan al segundo al Panamericano y al primero al Preolímpico para asegurar la plaza en los Juegos”.
Debido al brote de coronavirus, los Juegos Olímpicos de Tokio que se iban a disputar este año debieron ser postergados hasta fines de julio del año que viene, pero a Destribats no le cayo por sorpresa:”Se veía venir. En Canadá a dos días de la competencia nos mandaron un mensaje diciendo que solamente vayan los que tenían que competir. Hubo gente que quizo ir y no los dejaron pasar. Estaba en duda si se hacia el Preolímpico o no.”. Esta incertidumbre puede jugar una mala pasada en los deportistas, pero no fue el caso de Agustín. “Capaz a mis compañeros pudo haberles jugado en contra. Pensar en otra cosa y no en la competencia puede afectar un poco. Yo estaba más preocupado en dar el peso que en otra cosa”, dice mientras ríe.
Al venir del exterior tuvo que hacer cuarentena obligatoria, ya que llegó a Bialet Massé un par de días antes que se decrete el aislamiento en todo el país. “Con esto de la cuarentena no puedo entrenar mucho, obviamente que baje el nivel y perdí un poco el estado. Pero trato de entrenar y mantenerme todos los días”. En eso cumple un rol fundamental su hermano Lautaro, de 14 años, que el año pasado fue campeón de los Juegos Evita: “Los primeros días no tenia nada, tenia que hacer ejercicios con mi cuerpo. Después Leo (Leonardo Torres, su entrenador en Córdoba) me mando algunas cosas y también lo tengo a mi hermano, asique podemos hacer luchas juntos”.
Destribats es más conocido por su apodo “Gato”, sobrenombre que se ganó gracias al deporte. “Me lo pusieron cuando era chico. Yo era enanito y cuando querían ponerme de espalda para ganarme yo no me dejaba. Entonces me pusieron gato, porque siempre caen parados. Voy al club y me conocen como Gato”, cuenta quién conoció la lucha casi por casualidad: “No conocía la lucha, un conocido me insistía con ir a un club donde hacían artes marciales. Arranque y entre varias artes marciales que había, la que más me gustó y cómodo me sentí fue la lucha. Tenia 9 o 10 años”.
41 días han pasado desde que se decretó la cuarentena, él lleva 44 y ya comienza a agotarse. “La primer semana estuvo lindo, pero ya quiero volver a entrenar bien, ya me cansé, quiero volver a luchar.” En cuanto a su lesión en la rodilla, el tiempo de recuperación llevó un poco más de lo pensado: “de la rodilla estoy mejorando. Todavía me duele un poco porque no puedo hacer fisio para recuperarla, pero va mejorando.”.
De esta manera pasa la cuarentena el deportista que estará representando a la Lucha Argentina en un Juego Olímpico, luego de 24 años. Poco más de un año queda, para que Agustín Destribats, siga escribiendo su nombre en la historia grande del deporte Argentino.
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