24.6.20

Especial PEF: Un paso por la iniciación deportiva, competencia y mucha contención



Desde la localidad de Alicia, al sur del departamento San Justo  te presentamos a Franco Mapelle.


Tiene 26 años de edad, hace 3 años que se recibió de profesor de Educación Física en el Instituto de María Inmaculada y 4 años que trabaja en el Polideportivo Municipal de Alicia.


“Hice atletismo, estuve federado y a los chicos les puedo transmitir la experiencia vivida hasta los Juegos Nacionales Evita en Mar del Plata. Que gracias a Dios fue maravillosa”.

Con Franco nos pusimos en contacto con motivo de las capacitaciones que están realizando las federaciones en el marco del Programa Deporte Educativo.

“La del miniatletismo, De la Pista al Patio, me pareció espectacular. Me hubiera gustado tener la posibilidad de hacerla presencial y vivenciar los juegos, pero no fue posible por la crisis sanitaria. Ahora estoy comenzando con Del Campo del Golf a la Escuela”.



Con esa capacitación quedé sorprendido con el reglamento y la facilidad para poder aprenderlo. Sobre todo, en el saque y cosas que nunca las tuve en cuenta.

Creo que, desde lo lúdico, recreativo, estaría bueno incorporarlo para llegar a la competición más adelante.

Me pareció una propuesta muy atractiva para todos y en el pueblo la mayoría tiene una mesita de ping pong en la casa como para jugar.

Actualmente, el tenis de mesa está abierto para los adultos en la Municipalidad, pero con esta capacitación voy a presentar un proyecto al Área de Deportes para hacer una escuelita de iniciación deportiva.


¿Qué deportes se dan en el Polideportivo?

Tengo la escuelita de iniciación deportiva en miniatletismo, con la que salimos a competir.

La miniescuelita de básquet, que todavía no tenemos competencia. Hacemos encuentros amistosos con Almafuerte, Las Varillas o el Club Huracán.

Y se trabajan otros deportes como el voleibol, handball, softbol, gimnasia deportiva, menos el fútbol que lo hacen los dos clubes locales.


¿Veo que la competencia está presente?

Sí, los chicos llegan y lo primero que te preguntan después de dos o tres clases, cuando salimos a competir. La motivación está del lado de la competencia.

Aunque también tengo muchos chicos que se frustran, sobre todo los que tienen 10-11 años. Cuando algo no les sale y les digo:

"Esto es cuestión de no ponerse mal porque en algún momento va a salir, lo único que no se dejen estar, no agarren bronca, sino que mátenla con entrenamiento".


¿Se suman fácilmente los chicos a los deportes?

Acá es fácil convocar a los chicos para que vayan a una actividad.

Hay domingos que se organizan juegos en la plaza. Se lleva un aro de básquet y dos pelotas y los chicos lanzan ahí. Aprovechás y los invitás para que vayan después al deporte. Así con cada uno de las propuestas que hay.

También traemos a atletas de elite, para que les muestren cosas que hacen ellos cuando están entrenando o que les hablen del deporte en competencia.


¿Las familias acompañan a los chicos en el deporte?

Son muy pocas las familias que apoyan para que los chicos hagan algo y ellos ya están acostumbrados.

Tengo chicos que traen algún problema familiar o vienen bajoneados, buscando contención y hay que ayudarlos, escucharlos.
Trato de transmitirles paz a la hora de practicar el deporte.


¿Tuviste alguna situación difícil?

Se venía la muestra de fin de año en el cierre del deporte y les dije “avísenle a mamá, a papá, para que vengan y los vean”; y una nena se largó a llorar y me empezó a contar que el papá la había abandonado.

Traté de darle palabras para que pueda seguir adelante y no se pusiera mal. Pero hay situaciones que los marcan mucho.


¿Un sueño o logro que te gustaría poder disfrutar?

Llegar a entrenar a algún equipo o sobretodo un atleta de nivel olímpico. Ese sería mi mayor logro.

También soy árbitro de voleibol y tuve posibilidad de ir a los últimos Juegos Olímpicos de Rio, pero por problemas de salud no pude ir: me quedó pendiente.



Franco Mapelle no tiene antecedentes familiares que hayan sembrado en él su pasión por la profesión. Pero logró sembrar, el mismo entusiasmo, en su hija de casi 6 años que ya se dibuja dando clases de Educación Física.



Nos quedamos con su frase:


“Todo pasa por algo y cuando pasa algo malo es que algo mejor va a venir”.











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