El entrevistado comenzó su carrera, tanto deportiva como dirigencial, hace más de treinta años en un Club Ciclista Veteranos de Córdoba. En esta nota te invitamos a conocerlo un poco más.
“Hace más de 33 años atrás, practicaba en un club que hacía carreras para veteranos. Al año hubo una elección y ahí, integré la comisión como tesorero por cuatro períodos”, inició relatando Carlos Cingolani.
El entrevistado empezó
haciendo ciclismo de ruta, pero al tiempo, cuando apareció el mountain bike,
fue atrapado instantáneamente por la adrenalina de la nueva especialidad. Desde
ese momento, su vida no se separó nunca más de la bicicleta.
Su historia en la dirigencia
tuvo muchas instancias difíciles, como por ejemplo, la creación de la
Federación Argentina de Ciclismo de montaña en el año 2000:
“El mountain bike del país no estaba organizado. Al ser una institución nueva, dependíamos de la Federación ciclista y no veía con buenos ojos que otro deporte se le ponga a la par. Al principio se nos hizo muy complicado”, relató.
Igual que el dicho “persevera
y triunfarás”, sus esfuerzos valieron la pena, ya que no solo lograron la nueva
institución nacional, sino que fundaron regionales en varias provincias. Así,
Cingolani practicaba el deporte que amaba y conjuntamente integraba presidencias.
Actualmente, continúa
formando parte de la Federación Ciclista Cordobesa y la Asociación Regional
Centro de Ciclismo de Montaña. Esa situación, le permite tener una mirada más
amplia sobre diversos escenarios deportivos y ser también, más crítico a la
hora de planear nuevos proyectos.
Retomando la conversación
sobre las problemáticas que tienen hoy a raíz de la pandemia, el entrevistado
reconoció la disminución de los niveles competitivos. Sin embargo, desde
diciembre llevan concretadas cuatro carreras de ciclismo tradicional y superan
con creces las expectativas.
“En las carreras de ruta, cuando yo corría la familia no existía, iba el ayudante. Hoy día va la familia y eso nos pone muy felices”, dijo. Con esos datos esperanzadores, el presidente de la entidad, Oswaldo Frossasco y toda la comisión está tratando de organizar nuevas fechas y convencer a los clubes para que, pese a la incertidumbre, inicien actividades.
La meta es volver a hacer
competencias por ruta, pero Córdoba es una localidad turística donde ya no se
pueden cerrar los tramos. Carlos cree fielmente que la unión entre todos
los participantes del ciclismo podrá revertir situaciones.
El contexto de la
Asociación de Ciclismo de Montaña es mucho más complejo y diferente porque no
hay clubes federados:
“Las carreras que hay son particulares o privadas, no hay muchos clubes que quieran organizar, pero ahí apuntamos. No tenemos clubes, pero queremos lograr que se inserten de nuevo”.
Un proyecto para ambas
entidades es terminar el año de la forma más “normal” posible, aunque el
retardo de un año no es fácil y por eso,“tenemos
que unirnos los clubes y las federaciones para arriesgar y ganar juntos” remarcó.
Finalmente, toda la familia
de Carlos Cingolani lleva el ciclismo en la sangre: sus hijos también corren y
para él, es una alegría enorme poder verlos en ese rol.
Desde la Confederación de Deportes agradecemos las palabras del entrevistado y estamos comprometidos a seguir relatando las diversas realidades del mundo amateur.
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