Este fin de semana, Universitario de Córdoba se coronó campeón del 11° Torneo Nacional de Clubes Femenino luego de vencer en la final a Cardenales. Nos pusimos en contacto con una de sus jugadoras, Renata Giraudo, para que nos cuente su experiencia.
Hace unos meses atrás, el equipo femenino de rugby de la "U" se consagró campeón provincial por primera vez en las instalaciones del Córdoba Athletic. Recientemente, en el mismo lugar, levantaron una nueva copa sellando la conquista nacional. "Estos títulos son el fruto de muchos años de trabajo constante, del deseo y ganas que se gestaron de conseguir cada título", cuenta la rugbier, quien es una de las referentes del plantel. Resalta que la identidad del grupo es dar pelea hasta el final y que unidas son un equipo gigante que consigue lo que se proponen.
¿Están en su mejor momento? "Hoy estamos en un excelente momento, pero no es nuestro techo. Este trofeo es un mimo al corazón", responde.
Además, también juega en la Selección Cordobesa de Rugby y habitualmente es convocada a la Selección Nacional: "Jamás lo imaginé ni lo busqué, yo solo empecé a jugar porque me gustó la disciplina", dice pero reconoce que la llena de ilusión y que trabaja muy duro para poder representar al país, disfrutando cada llamado al máximo porque "nunca se sabe cuando puede ser la última vez" . Confiesa que uno de sus mejores recuerdos grabados en su mente y en su corazón es cantar el Himno Nacional con la celeste y blanca.
Desde fines del año pasado, el equipo argentino pasó a llamarse "Las Yaguaretés" logrando así tener su propia identidad: "Fue un renacer, nuestro nombre, nuestra imagen... Ya no somos ´una sombra de...´, somos nosotras haciendo valer nuestro esfuerzo", adhiere.
Al contrario de lo que parece, el rugby es famoso por sus valores. Aún así, Rena, como la conocen en el club, hace hincapié en que la falta de difusión, de conocimiento y educación hacen que la sociedad siga dirigiéndose como "deporte para brutos". Para seguir creciendo y evolucionando en este deporte femenino hace falta humildad: "(...) entender que por ser mujer no vamos a ganar nada si apelamos a esa condición, hay que trabajar mucho, ponerse los botines y jugar muchos partidos, ser buenas jugadoras, y no hablo sólo de destrezas sino también de ser buenas personas, defender nuestros colores, no olvidar de dónde venimos", aclara y confiesa que como equipo siguen luchando contras ciertas resistencias. Asimismo, sugiere que no se enfoque en las diferencias sino a usarlas a favor, potenciando e enriqueciéndose unos de otros. Propone a los grandes clubes y a los dirigentes que apoyen a que el rugby no es "propiedad" de los hombres sino que también puede ser jugado perfectamente por mujeres.
Finalizando la nota, define al rugby como pasión, amor, entrega, dedicación y familia, y aprovecha la ocasión para invitar a aquellas chicas que tienen la posibilidad y el compromiso de jugar: "no conozco quien haya venido y no le haya gustado", concluye alentando a que se acerquen y se sumen.
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