Conversamos con Roberto Breppe de 81 años, ex ciclista entrerriano, radicado en Córdoba. Fue representante del país en diferentes Juegos Olímpicos y Campeonatos Mundiales.
Durante su infancia, transcurrida en Entre Ríos, le gustaba pasar tiempo en una bicicletería de su barrio. Su rol era cebar mates mientras aprendía de bicicletas, junto a uno de los trabajadores de dicho negocio y a sus 15 años se anotó en la primera competencia:
“Nervioso como loco, no tenía bici. Otro chico tenía, que era medio petizón, le levanté el asiento y salí. Llegué con el pelotón, uno que andaba conmigo decía ‘este va a andar bien’ yo no sabía ni escribir la palabra ‘bicicleta’”.
Luego de dar sus primeros pasos en el ciclismo entrerriano, a sus 18 años Roberto decidió irse de su provincia, sin imaginarse los logros que estaban por venir. Por su gran desempeño pudo participar en los Juegos Olímpicos de Tokio 1964, México 1968 y Múnich 1972, como también en tres campeonatos mundiales: España 1965, Uruguay 1968 y Canadá 1974.
El pasado 13 de octubre se celebró el aniversario número 58° de la obtención del 4to puesto de la delegación argentina en Ciclismo en Ruta Contrarreloj por Equipo Masculino, que tuvo lugar en Tokio 1964. Uno de los grandes responsables de la gran hazaña fue Breppe, quien además obtuvo la 9na posición en ruta individual, en esos mismos Juegos.
Pero su éxito no termina ahí, en el Mundial de San Sebastián, España 1965, obtuvo el 6to puesto de la categoría aficionado masculino. Como si fuera poco, el gran ciclista tuvo que rechazar la posibilidad de llegar a competir profesionalmente, ya que para ello debía quedarse en Europa y no tenía suficientes ingresos como para afrontar los gastos que se avecinaban:
“Estoy muy feliz de haber corrido en bicicleta, de haber hecho lo que hice. No hice más porque no tenía medios y todo me costó. Como siempre digo, la vida es como ir en bicicleta en subida con viento en contra”, comentaba el ex deportista.
Expresó que perdió y dejó cosas en el camino, pero que también pudo obtener otras muy importantes.. Dejando de lado el deporte, Breppe comentaba que provenía de una familia muy humilde, en donde tuvo que comenzar a trabajar a muy temprana edad, por esa razón es que solo contaba con los estudios primarios. A sus 70 años pudo completar su educación: “Lo que hice fue de vocación y sin miedos, fue algo que sentía internamente”.
Por último, Roberto se refirió a que en la actualidad la vida es muy diferente, tanto dentro como fuera del deporte. En lo que concierne al ciclismo, expresó que es muy difícil comenzar una actividad de alto rendimiento, por las pérdidas que conlleva tener esa vida y por el tiempo que se le debe dedicar. Además que “la bicicleta de ahora, comparada con la de aquella época es otro mundo". Pero no solo se limitó a hablar sobre la disciplina, también indicó que su padre le enseñó que “la vida es trabajo, dedicación y dignidad”, valores que conserva hasta el día de hoy.
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