Distintas competencias tradicionalistas no cumplen con algunas disposiciones en materia de seguridad y las normas establecidas para su realización. Lo que pone en jaque tanto a la disciplina como a la Federación Gaucha.
Nos pusimos en contacto con el presidente de la Federación Gaucha de la Provincia de Córdoba, Hugo Pesci; y con el Médico Emergentólogo, especialista en Medicina Legal y creador de la figura del Médico en el Campo de Jineteada, Rubén Alfredo Giménez. Ellos comentaron la situación que se vive en las diferentes actividades hípicas de nuestra provincia.
Pesci explicó que cualquier competencia necesita diferentes tipos de habilitaciones, para que pueda llevarse a cabo. En primera instancia, la organización de un evento debe solicitar el permiso del municipio, comuna o comunidad regional, en donde se vaya a realizar. La segunda entidad es la Federación, quien debe asumir la fiscalización de la actividad deportiva. Posteriormente, es necesaria una nota del SENASA, acreditando el encuentro. Finalmente, el Consejo de Seguridad Deportiva Provincial (CO.SE.DE.PRO), autoriza la solicitud.
Esta última, dependiente del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Córdoba, según uno de los ítems del Decreto 1741/08 se encarga de: “Planificar, coordinar, controlar y evaluar la ejecución de las medidas dispuestas tendientes a garantizar la seguridad en los espectáculos deportivos”. Es por todo lo expuesto que, dentro de los requisitos para la habilitación de un acontecimiento deportivo es necesario que la organización especifique: “el dispositivo sanitario adoptado, informado el/los nosocomios de derivación ante una contingencia (para público y competidores). Asimismo, se informará la cantidad de recursos humanos, materiales y tecnológicos a desplegar. (Cantidad de ambulancias y complejidad de las mismas)”.
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| El Dr. Rubén Alfredo Giménez junto a su nieta en un Campo de Jineteada |
Muchas veces no basta con la firma de un médico, ya que la falta de controles le permite ausentarse más de una vez. El Dr. Giménez explicó la realidad de lo que sucede en los Campos de Jineteada: “Es muy común que el médico firme y no se presente en la competencia, o que envíe en su lugar, a personal de salud con bajos niveles de capacitaciones, para asistir las emergencias”. Además, dijo que muchas veces las ambulancias no cumplen con las condiciones ideales para su correcta utilización, o poseen faltantes de elementos indispensables.
El Doctor relató: “El caballo a veces levanta la cabeza fuerte y te pega en el pecho, podés hacer un paro cardíaco. O te arrastra y te fractura o te hace luxaciones. La fractura hay que tratarla bien, algunas veces hay que intubar al paciente en el Campo de Jineteada. Todas las ambulancias tienen que tener un desfibrilador y muchas veces no lo tienen”. Y agregó que un accidente se define como todo hecho fortuito que no se puede prever, o que si se ha previsto no se puede evitar. Si la autoridad sanitaria no es la adecuada, cualquier eventualidad se puede convertir en un hecho de extrema gravedad.
El presidente de la Federación resaltó que el problema es un poco más grande. Por un lado, asegura que lo expuesto anteriormente es la realidad de todo el territorio provincial. Por el otro, indicó que existen competencias sin ningún tipo de habilitación, por lo que se realizan de manera ilegal. Dicha práctica, común por la falta de vigilancia, termina desalentando a aquellos que se preocupan por hacer las cosas bajo las normas establecidas. Ya que, cumplir con la infraestructura adecuada o abonar a una compañía de seguro, implica grandes inversiones de dinero.
Hugo Pesci nos comentó que fue parte de la creación de la Confederación Gaucha Argentina, inscripta en Inspección General de Justicia (IGJ) y reconocida por la Confederación Argentina de Deportes, conjuntamente con el Polo y el Pato. Expresó: “Estamos en el mismo libro, pero para llegar a la realidad de estos deportes nos falta un largo camino. Se deben hacer las cosas bien tanto para el juego, como en materia de sanidad animal (SENASA), seguridad y prevención de accidentes para el público, competidores, autoridades y auxiliares de campo”.
Es necesario que la seguridad de las personas siempre sea una prioridad. No se pueden ignorar las habilitaciones o pasar por alto las regulaciones existentes. Todo tipo de reglamentación tiene una explicación lógica, por la que no se puede desconocer o mirar para otro lado. Los entrevistados entienden que las normas son las correctas y buscan que se garantice la correcta implementación de cada una de ellas.
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