Luego de perder la serie final
de la temporada pasada, 9 de Julio de Morteros pasó el trago amargo y se rearmó
para sostener su habitual protagonismo. Con esa espina clavada, el Nueve
mantuvo la base del plantel subcampeón y sumó pocos jugadores, para alimentar
su idea siempre latente: dar la vuelta olímpica en la Liga Cordobesa Crelech,
en la cual es uno de los equipos-símbolo a través de los años.