El Sensei Medina Franck, 6º Dan de Aikido Aikikai, Presidente de la Asociación Cordobesa de Aikido, cuenta que muchos chicos
recurren porque sufren o sufrieron Bullying, y esta actividad los ayuda a salir
de ese maltrato.
El Aikido educa como en una escuela, en los dojos se aprende a saludar al entrar y al salir, a ayudar a el otro y a la vez hacer ejercicio, porque si o si necesitas del otro para hacerlo.
Es una actividad que ayuda mucho al equilibrio
mental y a encontrar la paz interior de cada uno. No es un deporte más, es un arte
que modificaría todas nuestras actitudes para enfrentar la vida y lo cotidiano.
Raúl Medina contaba también que en él cambio su forma de actuar, por ejemplo al manejar,
“antes cuando se metía un auto delante mío o chocaba al otro conductor le decía
cada palabrota” comenta. Ahora deja pasar al auto, y si le pasa algo similar, se baja y habla
las cosas con tranquilidad.
Son muchos
los padres que concurren y llevan a sus hijos, y manifestaron que la disciplina
ayuda mucho a la estabilidad familiar. Se trabaja mucho la paciencia, la paz y el ser tolerante.
Sin embargo
muchos piensan que al ser un arte marcial está relacionado todo esto con la
violencia, pero lejos de ello esta. “Luchar contra nuestro ego”, es uno de los
principales propósitos.
Cada un mes se realizan
muestras en la sede de la calle Vélez Sarsfield al 910, que es la casa central de
Aikido en Córdoba y donde se llevan a cabo las evaluaciones tanto a
practicantes como a futuros maestros de este arte.
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