La Confederación de Deportes entrevistó a todos los ganadores de los Escudos de Oro 2017, para saber como se iniciaron en el deporte, sus gustos, que opinan del amateurismo. Enterate en la nota todo sobre José María Saponara.
¿Cómo
empezó a realizar el deporte?
De chico, cuando todavía tenía visión aprendí a jugar y me
gustaba aunque nunca pensé en tomarlo muy en serio, sino como un juego más. Ya
de grande en el año 2010 y sin el sentido de la vista me comentaron que había
una asociación de ajedrez para personas ciegas y disminuidas visuales A.C.U.A.
(Ajedrecistas Ciegos Unidos de Argentina) y me asocié para tener más que todo
un entretenimiento. La verdad es que el deporte me atrapó y decidí practicarlo
poniéndome como meta ser el campeón argentino lo cual todavía no logré pero si
en los dos últimos años he llegado al sub-campeonato.
¿Qué es
lo que más le gusta de la práctica?
El poder
asistir a muchos torneos conociendo en cada uno lugares nuevos y personas
increíbles que me ayudan a crecer, aunque a veces deba dejar un poco de lado la
familia que siempre me apoya.
¿Qué es
lo más difícil de que tu deporte sea amateur?
El que
no haya una remuneración económica a tanto esfuerzo y la cantidad de horas que
es necesario entrenar.
¿Qué
deseas para el 2018?
Además de lograr el tan ansiado título nacional tener una
buena participación en el Panamericano que se celebrará en noviembre.
¿Cuál es
la mejor enseñanza que te dejó este deporte?
Muchas son las cosas que aprendí jugando al ajedrez, el
hecho de tener que enfrentarme a tomar decisiones en cada momento me ayudó
mucho en la vida misma, pero la mejor enseñanza fue el fabuloso poder de
integración que viví, ya que yo me sentía muy dolido por haber perdido la vista
y me encontré con personas con muchas más falencias que la mía como además de ceguera,
sordera, esclerosis múltiple y amputaciones de miembros debido al glaucoma lo
que me enseño que siempre hay que dar gracias a Dios por lo que tenemos y no
sufrir por lo que nos falta.
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