8.3.18

Siempre adelante: el límite se lo pone una.



Su nombre es Cecilia Liendo. Tal vez lo hayas escuchado, pues en 2015 consiguió el tercer puesto en categoría danza en el Mundial de Patín de Novara, Italia, trayendo por primera vez una medalla para Córdoba en esa disciplina. Se mantiene siempre al top, viaja por el mundo compitiendo al máximo nivel y sube la bandera de la mujer deportista hasta el cielo.




Cecilia está por cumplir treinta, aunque alega que jamás se sintió mejor que ahora. “La edad no es un impedimento, es sólo eso: un número. Cada una llega en función de las pilas que le ponga”. Desde muy joven, ella lleva una agenda cargadísima; más, si le sumás que en el medio recorre millas y millas para disputar las distintas competencias. Estudia la Licenciatura en Composición Coreográfica en Ciudad de las Artes, en la UPC, donde, en breve, comenzará tercer año. También se capacita en arte contemporánea y entrenamiento para bailarines en Danza Viva y, una vez a la semana, con las poquitas energías que le quedan pero con muchísimo amor, hace Pole Sport. Trabaja dando clases tanto de patín como de danza en varios clubes. No tiene un segundo de tiempo libre. Y si lo tuviera, lo usaría para seguir perfeccionándose porque es su pasión, lo que la hace feliz.

Como muchas otras mujeres, al llegar a los veinticinco se encontró con la grandísima pregunta: ¿Qué estoy haciendo de mi vida? La respuesta le debe haber llevado ocho décimas de segundo: siendo feliz. “Me pasa seguido que me critican porque después de los 25 años no me dediqué a formar una familia. Decidí seguir patinando cuando la mayoría de las chicas deja porque siente que ya está”, dice orgullosa de su postura. Señala que le preocupa como muchas, incluso varias alumnas suyas, deciden dejar de lado sus sueños deportivos porque sienten que no vale de nada o que ‘no es productivo para su futuro’. “Yo tengo treinta y siento que me quedan cuatro o cinco años más de carrera en el patín. Después, veré. El problema es que piensan que cuando pasás los veinte, veintiuno o veintidós, hacer lo que una quiera es un tabú. Esos son los preconceptos sociales que debemos cambiar”.

La cordobesa pudo meter el pecho en un ambiente muy hostil. “En este deporte, si a los dieciséis años no mostrás ciertos ítems, medio que te miran raro, como que no pintás para mucho. Yo saqué casi todas mis cualidades después de los veinte”. Cuenta con nostalgia su encuentro con Gabriele Quirino, eminencia italiana del patinaje artístico mundial fallecido recientemente, donde él le dijo que el verdadero atleta se ve después de los treinta años, cuando uno ya tiene la madurez mental y el entrenamiento suficiente para explotar al máximo sus cualidades. “Me daban ganas de pararme y aplaudirlo. Acá te dicen que a esa edad ya no servís más. Por suerte, mis compañeras de categoría me respetan mucho y no me hacen sentir un bicho raro. Yo les dejo mi mensaje, que no importa la edad sino las ganas y el trabajo que vos le ponés”.





Más allá de no haber arrancado bien el 2017 por una enfermedad que la tuvo a maltraer y no le permitió entrenarse de manera óptima, Cecilia logró un cuarto puesto en el Campeonato Sudamericano y entró entre las primeras diez en los World Roller Games que se disputaron en China. Prepara este año que comienza con mucha hambre de salir a comerse las pistas. “Empezamos el 2018 a pleno, con un cambio de entrenamiento. Estoy practicando más lo que es entrenamiento para bailarines: flexibilidad, stretching y un montón de cosas. El objetivo es mejorar el ranking del año anterior”.

Fiel a su estilo de ir siempre para adelante, recuerda la medalla mundial en Italia como lo más hermoso de su carrera pero no se detiene: “Fue un reconocimiento muy importante y me permitió abrir mi panorama. Quiero aprovecharlo al máximo, ya que me costó el doble ganarme el respeto del ambiente porque soy una mujer que viene del interior del país”.

Por último, Cecilia deja un mensaje para todas las mujeres en el marco del 8 de Marzo: “Lo único que puedo decir es que el límite se lo pone una. Todo puede estar a nuestro alcance si somos firmes en nuestro objetivo y que sólo nos tiene que importar lo que amamos y que nadie va a poder impedir lograrlo si mantenemos esa luz propia que nos impulsa a seguir adelante”.


Así como ella, hay incontables mujeres que cada día libran la batalla de perseguir sus sueños. Lo que queda es eso, pelearla, estar siempre entregándose al máximo, que los paradigmas están cambiando pero se debe continuar con firmeza.


Desde la Confederación de Deportes de la Provincia de Córdoba les deseamos a todas un feliz Día de la Mujer, que sirva para la reflexión de todos los actores de la sociedad y sea un paso más hacia la igualdad.