El pugilista argentino Mirco Cuello superó al marroquí Abdessamad Abbaz, en la categoría gallo, y se quedó con la medalla de bronce. El uzbeco Maksym Halinichev se colgó la medalla de oro.
En la primera pelea vespertina del último día de acción en el Pabellón Oceanía del Parque Olímpico, Cuello dominó el combate que se vio reflejado en las tarjetas de los jueces: por decisión unánime, el pugilista del rincón rojo fue proclamado ganador. Tres de los jurados lo dieron ganador por 30-27, mientras que los dos restantes lo favorecieron 29-28.
El representante local amedrentó al boxeador africano con su golpe predilecto, el gancho cruzado de principio a fin y terminó con el puño en alto celebrando la victoria.
Cuello, de 18 años y padre de un nene, no ocultó su alegría al finalizar el combate: “La clave de este combate fue dejar todo en el último round, mi rival estaba cansado y yo todavía tenía resto físicamente. Estoy muy contento, si bien quería la medalla de oro me voy muy feliz”, expresó.
El público presente también hizo notar su fanatismo por Cuello y acompañó todo el combate con canciones y gritos de apoyo para el joven oriundo de Arroyo Seco.
Al finalizar la pelea, el santafesino se acercó a la tribuna para celebrar con su gente: “Lo festejé con mis compañeros de equipo, son como mis hermanos. Mis amigos y mi familia también estaban presentes. Mi hijo es quien me da muchas fuerzas para seguir. Estar en Buenos Aires 2018 fue único, nunca había vivido algo así, es muy emocionante”.
No obstante, Cuello no se deja obnubilar por la medalla y ya piensa en su futuro: “Mi próximo objetivo es entrar en la selección mayor y clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020”.
Por su parte, la presea de oro quedó en manos del uzbeco Abdumalik Khalokov, quien derrotó al ucraniano Maksym Halinichev por fallo unánime (5-0).
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