‘El día que el deporte
se detuvo’ es un documental dirigido por Antonie Fuqua. Comenzará relatando
los sucesos desde aquel 11 de marzo del 2020, cuando se suspendieron todos los
eventos deportivos en Estados Unidos. El miedo e incertidumbre en un principio
y la falta de certezas con el correr de las semanas: todo, en palabra de los
deportistas.
En Argentina, el
confinamiento llegó apenas 9 días después. Mismas sensaciones y mismas
preguntas sin respuestas. La situación de los deportistas no fue la misma:
algunos entrenaron en su patio, otros en el balcón. Algunos entrenamientos eran
posibles de llevar a cabo en casa, otros no tanto. Y qué mejor que, al igual
que en el documental, expresarlo desde la palabra de los protagonistas.
Santino Marga es un joven jugador de golf, y comenta: “Empecé a entrenar en el patio, haciendo approachs; después armamos un lugar con una lona para tirar pelotas y poder practicar los golpes full swing. Participé de los entrenamientos online que realizaba la Federación y hacía clases con mi profe, ambos ayudaron mucho en el progreso durante la cuarentena”.
“Cuando empezó todo estaba en Alemania, preparándome para mi primer temporada en la Bundesliga” comienza su relato Agustín Tissera, jugador cordobés de béisbol. Y agrega: “Había mucha incertidumbre, no solamente pesaba el aspecto físico del deportista, sino que el psicológico por no saber cuánto iba a durar todo esto. Así que fue una época de resiliencia y adaptación constante. Hacía todo lo posible por mantenerme físicamente bien para poder darle indicaciones a mi cabeza”.
Los distintos deportistas que pasaron por el documental,
desde jugadores y jugadoras de básquet, béisbol, fútbol americano, golf, entre
otros, mantienen una línea similar de sensaciones y experiencias del encierro.
“Mi deporte era algo terapéutico”, o
“necesito esas tres horas de
entrenamiento todos los días” y “extraño
a nuestros fans, y a los fans rivales también”.
Donato Polastrini es una joven promesa de la gimnasia; una disciplina que sin los materiales ni los aparatos correspondientes se complica de entrenar. “Me costó llevar a cabo mis ideas de mejorar, porque lo que se aprende atrás de una pantalla a lo que se aprende de forma presencial es muy diferente”.
Por el lado de Andrés
Schonbaunn, golfista cordobés, expresó: “Entrené la parte de juego corto, que era una parte que
tenía que trabajar mucho, lo pude hacer en el jardín por suerte. Me ayudo a
mejorarla, hice mucha práctica técnica, que era básicamente lo que debía
mejorar”.
Además, puso en juego otra cuestión que adquirió trascendencia estos últimos tiempos: el entrenar y no descuidar la parte mental. “Hice la incorporación de un coach mental, sabía que había cosas que tenía que solucionar y no me hacía el tiempo o creía que lo podía solucionar solo. Y durante la cuarentena decidí que necesitaba las herramientas, y eso lo tenía un profesional”.
Fueron varios meses (para algunos llegó a ser hasta un año)
de readaptar su entrenamiento; rutinas que se realizaban en enormes canchas,
replicadas en una habitación o en el comedor. Porque de eso es que vive el
deportista: el entrenamiento y la competencia. Ahora que de a poco se está
volviendo a la normalidad esperemos sea con responsabilidad y todos los
cuidados pertinentes.
Desde la Confederación
de Deportes le agradecemos a los deportistas que fueron parte del segmento
esta semana; y celebramos el retorno de las actividades deportivas, parte
esencial de la vida de todos los atletas y jugadores del deporte que sea. Al
documental ‘El día que el deporte se detuvo’
lo encuentran disponible en HBO Max.
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