El campeón cordobés con una extensa trayectoria en la selección nacional de fútbol para ciegos, nos comparte una historia de vida apasionante y su aporte actual en el deporte con la fundación que lleva su nombre en la docta.
El deportista ex Murciélago ha sido un ejemplo de superación logrando el máximo de medallas paralímpicas y múltiples premios con un reconocimiento merecido en el ámbito del deporte tanto en Córdoba como en Argentina. Hablamos sobre sus anécdotas vividas en esta disciplina, que tantas alegrías nos ha brindado a lo largo de su carrera como futbolista, desde sus inicios hasta el presente.
Lucas nació en Córdoba el 20 de septiembre de 1981 y desde muy pequeño incursionó en el deporte, practicó atletismo, velocidad y salto en largo a nivel provincial de forma recreativa. Siendo fanático del pirata cordobés, Belgrano, comenzó a jugar a la pelota por primera vez en un potrero a los 10 años en el barrio Los Robles con los vecinos. Allí realizó picaditos, tenía un poco de visión aún, sus amigos le ponían una pelota clarita blanca para que pudiera distinguirla al contrastar con el color de la tierra y así poder patearla. Después, cuando perdió su visión totalmente, utilizaron una pelota de plástico que tenía un orificio donde le ponían piedritas o la envolvían con una bolsa. En el recreo del Instituto Helen Keller entrenaba con sus compañeros y con el equipo de la UCORCI (Unión Cordobesa para Ciegos).
En la actualidad no tiene un contacto muy fluido con sus amigos de la infancia, con los cuales compartía esos partidos barriales inolvidables, obviamente que sabe dónde viven y cuándo se cruzan las charlas son interminables: “Nos reímos de nuestras anécdotas, decían que yo solía salir con mi bicicleta de Batman y terminé siendo murciélago. Son recuerdos felices que quedarán en mí para siempre”, así nos relata.
Lo más importante para él no es que sea ciego, sino lo que hace de su vida. Desde muy pequeño le enseñaron los colores, escribir en braille, usar bastón, orientación, movilidad y actividad de la vida diaria. Nunca sintió discriminación o no se dio cuenta, simplemente estudiaba, jugaba y se divertía aprendiendo. Las personas que discriminan lo hacen por desconocimiento de cómo tratar, dirigirse o cómo trabajar con una persona con discapacidad y está en nosotros enseñar al prójimo para convivir armoniosamente: “La verdad que para mí jugar al fútbol es sinónimo de disfrute. Independientemente de las exigencias que requiere entrenar para representar a la provincia o al país en diferentes lugares del mundo, intenté jugar profesionalmente con alegría y mucha pasión”, nos detalla el campeón.
En la Selección Argentina de fútbol para ciegos, Lucas comenzó cuando tenía dieciséis años por recomendación del técnico de Córdoba, en su momento Américo Martínez, quien estuvo presente y lo capacitó futbolísticamente para poder asistir a la convocatoria: “Tuve una alegría inmensa cuando dieron los nombres en la lista de los elegidos para jugar en el primer mundial del noventa y ocho en Brasil. Quedé seleccionado con diecisiete años y jugué todo el torneo. Mi inicio y primer partido fue con España, inolvidable. En la selección estuve veinticuatro años y jugamos siete mundiales, siete Copa América, cuatro Juegos Paralímpicos y dos Parapanamericanos”, cuenta con una sonrisa.
Se consagró campeón del mundo en el año 2002, 2006, 2015 (Copa del Mundo IBSA), ganó tres medallas Paralímpicas (una de plata en Atenas Grecia, una de bronce en Beijing China y otra de bronce en Río de Janeiro Brasil). En los años 1999, 2005, 2017 obtuvo la Copa América, además de dos medallas Panamericanas Brasil 2007 y Canadá 2015. Por su parte nos explica: “Más allá de la trayectoria, he sido una persona privilegiada y fui muy feliz jugando al fútbol representando a mi país. Actualmente lo disfruto cuando noto cómo este deporte tanto femenino como masculino para ciegos se va desarrollando hasta conseguir el galardón mundial representando a nuestro país con orgullo y profesionalismo. Nosotros debemos transformarnos en personas productivas, logrando crecer tanto en el deporte, estudio y trabajo, para que la sociedad comprenda que una persona con discapacidad no es sinónimo de lástima ni de una carga social”.
Tuvo mucha suerte de contar con grandes pilares en su carrera como deportista, el apoyo de su familia y amigos que forman lazos fundamentales de respaldo. Sus padres, Gladys y Osvaldo, como su hermano Iván, fueron su bastón, esa contención vital para que saliera al mundo con armas propias para aprender y crecer en el deporte del cual se enorgullece pertenecer. Para dar esta charla, armó mentalmente su currículum y pensó que era otra persona al recopilar los logros realizados en tanto tiempo transcurrido. Siempre entrenó dando todo su potencial para estar en la selección y defendiendo la camiseta más de la mitad de su vida. Son muchas las sensaciones que sintió al rememorar estos años en los Murciélagos cumpliendo metas que creyó inalcanzables y las consiguió con mucho empeño.
La Fundación Lucas Rodríguez tomó su nombre y de esta manera quedará por siempre en la memoria de las personas. Lo recordarán como el fundador de dicha institución y el campeón de Los Murciélagos, que con mucho sacrificio, esfuerzo y constancia logró construir un camino íntegro obteniendo múltiples reconocimientos.
En la fundación colabora un excelente grupo humano que buscan favorecer la profesionalización de personas con discapacidad visual en lo deportivo, laboral y académico. Capacitan empresas, profesores, entrenadores e instituciones, tanto públicas como privadas. El objetivo es generar oportunidades laborales, brindarles herramientas para que desarrollen un gran desempeño en futuros puestos de trabajo a favor de la inclusión social y promoviendo así una mejor calidad de vida desde un abordaje interdisciplinario. La comisión directiva está compuesta por: presidente Lucas Rodríguez, tesorero Gonzalo Abbas Hachaché y secretario Santiago Jugo. El teléfono de contacto es 3513737620 y el e-mail es info@fundacionlucasrodriguez.org
A pesar de no tener espacio físico, han logrado que alrededor de treinta personas con discapacidad comenzaran a insertarse laboralmente a través de microemprendimientos y trabajos directos, dignificándolos: “Siempre estaré ligado al fútbol para ciegos, para que más chicos se sumen y encuentren en mi fundación un espacio para desarrollarse. Mi sueño es trabajar para que otras personas ciegas adquieran autonomía, entregando sus capacidades máximas en esta disciplina y logren vivir en parte lo que yo pude experimentar a lo largo de mi trayectoria. Esto llena de alegría mi corazón, bienvenido sea. Invitamos a las empresas y a todos aquellos que quieran colaborar económicamente, que confíen en nosotros y depositen su granito de arena, que todo suma para poder solventar diferentes proyectos como tener nuestra propia sede”, dijo el deportista.
Su carrera fue muy linda y soñada. Ahora toca disfrutar y trabajar para que otras personas puedan llegar a cumplir objetivos en esta disciplina superando al máximo sus capacidades. El fundador nos trasmite: “Me gustaría mucho dejar como legado algún crecimiento en el deporte adaptado de mi provincia a través de la Fundación y empresas que mediante una colaboración aportaremos a los deportistas elementos fundamentales para su entrenamiento diario”. Algunas de las mejoras serían colocar césped sintético a la cancha, que se juegue un mundial en Argentina (Córdoba) y que todos los medios de comunicación lo transmitan en directo. También, que se pueda vivir de este deporte con un sueldo remunerado, que los jugadores tengan médicos y fisioterapeutas trabajando con ellos.
Se han logrado muchas metas y tiene que seguir trabajando para representar a nuestro país lo mejor posible y destaca: “El desempeño de las dos selecciones de fútbol para ciegos fue espectacular, feliz por los resultados”, afirmó con orgullo el cordobés.
Las Murciélagas obtuvieron el máximo galardón, quedando en la historia del fútbol para siempre, siendo las campeonas en la apertura del primer Mundial Femenino IBSA World Games Birmingham 2023. El equipo consiguió ser el que más goles convirtió y menos recibió del torneo. Yohana Aguilar, la número 10, anotó los dos goles de la final y fue premiada como máxima goleadora de la competencia. La capitana Gracia Sosa salió mejor jugadora del mundial y Micaela Segovia como mejor arquera. Este deporte para mujeres ha tenido un crecimiento increíble, nació en Córdoba, después se desarrolló en la Liga Nacional Argentina y luego, en México y Japón. Hoy se practica esta disciplina en cuatro continentes con veinte selecciones.
Por su parte, este año, Los Murciélagos obtuvieron el cuarto mundial. Vienen luchando desde 1998 y están entre los tres mejores equipos del mundo: “Continuamos apoyando y trabajando con todos estos deportistas que tienen un gran potencial, vigencia y proyección. Me siento muy contento por el presente de ambas selecciones y por su futuro, comenta sobre los nuevos títulos obtenidos.
El reconocimiento que realizó la Legislatura de la Provincia de Córdoba a los campeones, fue presidido por el vicegobernador Manuel Calvo y autoridades, en el marco de la Comisión de Deportes junto al legislador Miguel Ángel Majul, Adrian Flores jefe de prensa y estuvo presente la Confederación de Deportes de la Provincia de Córdoba: "En un momento de tantas dificultades, que ustedes hayan conseguido este título mundial es para destacar. Son un orgullo, un ejemplo para todos los cordobeses y los argentinos, por el esfuerzo, el trabajo y el talento que pusieron. Se nos infla el pecho de saber que somos campeones y que desde Córdoba fuimos pioneros en el deporte adaptado. Sepan que nos comprometemos a seguir trabajando juntos para conseguir más objetivos", así les expresó el vicegobernador a los ocho cordobeses que recibieron su placa de distinción. Solo queda agradecer porque les dieron mucha satisfacción y alegría con este homenaje a los campeones, siendo un mimo al alma en esta trayectoria deportiva, en donde con amor representaron los colores de nuestro país y dieron un puntapié importante en la sociedad a nivel mundial. Hoy todo deportista adaptado sueña con ser una Murciélaga, un Murciélago o jugar en silla de ruedas en la selección de básquet o tenis como Gustavo Fernández.
El fútbol para ciegos al visibilizarse en los medios, ayudó a que las personas con discapacidad entiendan que el deporte adaptado es una herramienta importante para desarrollarse, sintiendo orgullo de los logros obtenidos para enaltecer a la familia y a nuestra sociedad: “Quisiera transmitirles que toda persona con discapacidad o no vidente, puede desarrollarse en el deporte que más le guste como lo hice yo, pero obviamente que todo llega a través del tiempo con continuidad, pasión, alegría y disfrutando en el lugar que uno elige. Deben saber que no es sencillo, nada es fácil, pero si a uno le gusta lo va a realizar dedicándole tiempo, energía y después las cosas llegan solas, nada es imposible”. Lucas nunca imaginó con llegar a una selección, ser campeón del mundo, recibir reconocimientos o medallas olímpicas, simplemente soñaba con jugar.
Ahora tiene la noble tarea de retribuir tanto cariño como respeto recibido de su familia, amigos, colegas, periodistas, gobierno provincial, nacional, instituciones, empresas, sponsors y público en general que lo apoyaron todos estos años. Seguirá trabajando para que otros deportistas puedan llegar a ser campeones mundiales, teniendo en claro que siempre hay otro objetivo cerca, que esto continúa y tienen que seguir cumpliendo desafíos por un futuro próspero para representar con altivez el deporte de nuestra Nación Argentina tan amada por todos.
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