Son un contratiempo en la vida del deportista, pero los
especialistas y las nuevas tecnologías han permitido métodos para prevenirlas.
La lesión deportiva es una dolencia física
sufrida por un atleta que resulta de la competencia o del entrenamiento.
Para poder eludirlas hay que considerar los factores extrínsecos (clima, vestimenta, etc.) y los factores intrínsecos (lesiones previas,
acondicionamiento físico, psíquico y nutricional). Para esa función existe el kinesiólogo deportivo, quien se
encargará de estudiar los gestos deportivos, las características propias del
deporte y los elementos de juego. Haciendo un análisis de las condiciones musculo-esqueléticas, tratando de buscar desequilibrios musculares, inestabilidades o
alteraciones posturales que puedan predisponer a la aparición de
lesiones.
Se recomienda realizar un programa preventivo, en donde se incluya una
flexibilidad global y control postural, entre
otros puntos a tener en cuenta. “Actualmente,
hay muchos planes preventivos de lesiones deportivas en niños, adolescentes y
adultos”, cuenta el Licenciado Néstor Roldán, quien hace
doce años trabaja con el Pentatlón Moderno. Además resalta la importancia del kinesiólogo
deportivo: “Ahora
es pilar fundamental. Por ejemplo: algunos tenistas profesionales llevan al
kinesiólogo a los torneos internaciones y no al preparador físico. El kinesiólogo
es quien vuelve a hacer que al otro día esté de buena manera para volver a
jugar.”
Para evitar perder ritmo de competencia es importante: “Cuidarse mucho, tener una buena
alimentación, elongar y descansar bien. Entrenar con alguien que esté
capacitado. También ir al kinesiólogo para evitar que ocurran un montón de
cosas que a veces pasan desapercibidas (como posturas, contracturas musculares,
malas alteraciones de gesto biomecánico, etc.)”, aconseja Roldán.
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