De la mano de Alejandro Cassettai,
nada más y nada menos, quien fue el Jefe de Equipo de la Generación Dorada. A 16
años del oro en los Juegos Olímpicos de Atenas, repasamos el documental de Fabricio Oberto estrenado en
junio de este año.
De la mano de Alejandro Cassettai, nada más y nada menos, quien fue el Jefe de Equipo de la Generación Dorada. A 16 años del oro en los Juegos Olímpicos de Atenas, repasamos el documental de Fabricio Oberto estrenado en junio de este año.
La Generación Dorada, será
siempre como su nombre lo indica. La realidad es que no solo eran un equipo y
eso se nota en las abiertas charlas que se muestran entre los jugadores y las
historias relatadas “Entregarse y ser solidarios era el sello del equipo”
comenta Oberto en una parte del documental. Sobre esto Cassettai reflexiona “Ellos
han sido siempre solidarios en la cancha y fuera de ella. He tenido la suerte
de vivirlo y verlos proceder así sin egoísmos y sin que sea algo forzado.
Muchas veces han sido tan solidarios que dejaron el lucimiento propio de lado,
por buscar el del equipo, porque a la larga el logro era de todos y no de uno
sólo”.
Los integrantes estaban a disposición
del equipo, tal cual expresa el jefe de la Generación Dorada, había un bien mayor superior sobre el
personal “Desde el lugar de privilegio que me tocó vivir, puedo decir que para mí
fue un grupo humano extraordinario, donde no había objetivos individuales, sino
grupales. El éxito fue el saber trabajar sin egoísmos, por amor a la camiseta,
con alegría, con humildad, con mucha comunicación, con mucha unión de grupo, y
hasta a veces con inocencia”.
La notable tonada cordobesa de Fabricio,
es el hilo conductor por el recorrido que la trama ofrece y los diálogos con sus
compañeros más el lenguaje corporal, son la muestra de la confianza y la relación
que mantienen.
Oberto abre su corazón, comenta lo
que siente, extraña el básquet, pero entiende la etapa de la vida en la que se
encuentra, aunque le cueste, como es el caso de Puma Montecchia “Me costó
asimilar que no juego más y cuesta. No estoy para correr, mi cadera no está bien”
en relación a esto, Chapu Nocioni comenta que el deporte profesional “no es
salud, llevamos el cuerpo al extremo”. Sobre eso Cassettai en su opinión, cuenta que
los entrenamientos suelen ser muy intensos y exigentes y a veces según el
calendario internacional, tienen poco tiempo de recuperación y en muchos casos
en particular la exigencia del cuerpo no es normal.
“Los conozco desde que muchos
de ellos tenían 17 ó 18 años y los seguí hasta el retiro. Fui el jefe de equipo
desde 1995, y en muchos casos era el amigo, el consejero, quien prestaba el
oído ante un inconveniente, era la esponja que absorbía los problemas para
encontrarle soluciones para que ellos, como el cuerpo técnico, puedan tener la
libertad de entrenar y poner su eje en donde debía estar. Pero en todo ese tiempo
pude ver que cada concentración, era juntarse como para disfrutar de un nuevo
viaje de egresados entre amigos. Hugo Sconochini capitán de ese equipo, te
escribe, te deja audios y te dice: ¡HOLA HERMANITO DE CAMISETA! Y esa es una
definición gigante de lo que era ese grupo, en donde el trabajo en equipo, la
unión, la hermandad y humildad estaban por delante. Cada vez que concentrábamos
y salíamos de gira, era como que se trasladaba una familia” Alejandro Cassettai.
Poco a poco, se van desarrollando las historias de los integrantes de la Generación Dorada y sus retiros, algunos extrañando, realizando otros deportes, vinculados al básquet aún o simplemente disfrutando del momento como es el caso de Manu Ginóbili. Todos estos consagrados deportistas se fueron despidiendo de su profesión, pero abriendo paso a nuevas generaciones y sobre todo dejando un legado. “De todos los retiros que viví, el más emocionante fue el de Manu Ginóbili, ya que me lloré todo por una cuestión afectiva, fui invitado por Manu junto a mi esposa y a un grupo selecto de amigos. Ver en vivo todo lo que viví, no creo que pueda describirlo. Fueron emociones y sentimientos que al día de hoy cuando miro las fotos de ese día, me siguen emocionando” cuenta Alejandro.
"Vos nunca vas a ser un exdeportista, vas a ser un deportista sin actividad" le dijeron a Oberto una vez. ¿Se puede dejar de ser deportista? ¿Qué se hace cuando se vivió la adrenalina de la competición? En RESET es decir, en su vida diaria, Fabricio entrena, juega al tenis, viaja, da charlas, entrenamientos, es padre, tiene una banda de música, hace radio, recorrió el desierto de Sahara, escaló el Aconcagua y tiene un viñedo, como si fuera poco. Y seguramente tantas otras cosas más. En definitiva, es una muestra de que el deporte, siempre te acompaña.
La Confederación de Deportes de la Provincia de Córdoba, con mucho orgullo agradece la participación del gran Alejandro Cassettai en este segmento y su valioso punto de vista, que sin lugar a dudas su basta trayectoria le ha brindado.
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