Schumacher es un documental dirigido por Hanns-Bruno
Kammertöns, Vanessa
Nöcker y Michael Wech,
donde conoceremos todavía más la vida y exitosa carrera del piloto. Pero además
de sus títulos y logros, también vamos a descubrir cuestiones de su vida personal y
el apoyo por parte de su familia.
Difícil no
conocer a Michael Schumacher, siendo,
o no, fanático del automovilismo es un nombre que está en el inconsciente de todos.
¿Piloto de Fórmula 1? Y uno de los primeros nombres que se nos viene a la
cabeza es el de él. El palmarés del ex piloto cuenta con siete campeonatos
mundiales, dos de ellos con escudería Benetton (1994 y 1995), y cinco con Ferrari (2000, 2001,
2002, 2003 y 2004).
“Mi viejo era fanático y escuchábamos siempre Carburando por radio, te estoy hablando del año 67/68” cuenta Víctor Rosso, sobre el comienzo de su pasión por el automovilismo. Y agrega: “Mi primer recuerdo muy fuerte con el automovilismo es cuando Pairetti sale campeón con el trueno naranja; y con mi viejo nos hicimos fanáticos de él. Era una cosa que me encantaba: los domingos escuchar las carreras al lado de mi viejo. A partir de ese recuerdo que tengo nunca más dejé de mirar carreras de autos o de estar metido con el deporte”.
En el documental, además de entrevistas a Schumacher y su familia, también tendremos la palabra de periodistas especializados y rivales, como Sebastian Vettel, Mika Häkkinen, David Coulthard y Damon Hill. Quienes, por supuesto, destacan la carrera del ex piloto, sin dejar de mencionar la personalidad que tenía en la pista.
La carrera como
piloto de Víctor comenzó de joven “pero fue cortita”. Por
aquellos tiempos, recién a los 18 años se podía correr, así que pocos meses después
de ese cumpleaños comenzó todo. Su padre le regaló un auto y junto con su amigo
y socio Leo Monti comenzaron a trabajar el auto. “Debutamos en el año 79, en la carrera de Mendoza, yo
con 18 años; terminamos el campeonato sextos. En el año 80 fui campeón, el campeón
argentino más joven de la historia, hasta que se liberaron las licencias”.
Pero no fue todo tan fácil. Cuando tuvo la posibilidad de correr en Europa, con sus jóvenes 21 años y después de sentarse y charlar él mismo con los sponsors, llegó la famosa devaluación del año 82, además de la guerra de Malvinas y se complicó todo. Pero tuvo en Europa un gran año 82, siendo el único que le pudo hacer una pole position a Senna, y gracias a ello empezó a correr con sponsors europeos.
Además de correr con Ayrton Senna, también lo hizo con Schumacher. Y detalla: “Cuando yo corría ya se venía hablando de él, que corría en karting y que venía ganando todo. En el año 89 debuta en la Fórmula 3 alemana, y yo corro con él; fueron 4 o 5 carreras. En una de ellas yo salí segundo y creo que él salió quinto, que era muy bueno para un debutante. Y en el 90 nos volvimos a encontrar en Japón, por el mundial. Ahí peleamos mano a mano, yo en mi edad casi de retirarme, con 30. Y Schumacher 22 años. Peleamos el mundial mano a mano, él termina ganando la carrera y yo cuarto. Esa fue una de las carreras más lindas que viví, por pelearla justamente con él”.
El presente de Víctor
sigue ligado al deporte, por supuesto. En este momento como colaborador del TCR
Sudamericano, a la categoría que define como el futuro del Turismo Mundial.
Adelanta que en el 2023 el TCR ya estará en Argentina y Brasil, y que en
Sudamérica será una categoría muy prestigiosa.
Desde la Confederación de Deportes agradecemos
la gran predisposición de Víctor Rosso, y le deseamos éxitos en sus proyectos.
Al documental ‘Schumacher’ lo
encuentran disponible en Netflix.
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