20.9.22

ROCÍO DELLA MEA, UNA ENFERMERA APASIONADA POR EL BÁSQUET Y SU LUCHA DÍA A DÍA PARA SER UNA GRAN DEPORTISTA

 


En una charla distendida, hablamos con Rocío, quien juega actualmente en Alberdi de Río Cuarto, y nos cuenta sus motivaciones, prejuicios, la inclusión en el deporte, pero que además, estudió y se recibió de enfermera. Hace referencia principalmente a lo difícil que es llevar ambas carreras.

Entre su profesión y el básquet, es como se encuentra la jugadora, quien trata de motivarse todos los días para poder rendir en las dos cosas que más le gusta y disfruta hacer.

Sus inicios en el deporte fueron desde muy chica y siguió los pasos de su padre, ya que siempre participaba en el club de su barrio y fue gracias a eso que le dio curiosidad y empezó.

Es así, que hace más de 16 años que juega y forma parte de su rutina, ya que le permite distraerse, sacarse el estrés y todo lo demás.

Su gran motivación son sus compañeras de equipo, ya que tienen una muy buena relación porque se conocen desde hace tiempo y considera que “se siente en casa” cuando habla sobre el club y su gente.

Por su parte, nos cuenta sobre los prejuicios y cómo el básquet fue rompiendo barreras. “Antes si vos jugabas al básquet, eras machona”, nos dice satisfecha de poder ver como hoy en día las cosas están cambiando y de que cada vez se vean más chicas jugando.

Por ejemplo, hasta no hace mucho en Río Cuarto, no había disputa local y no se daba la importancia de contar con equipos femeninos, ahora hay competencia fija todo el año y con una gran mayoría de mujeres.

En estos momentos, arrancaron a jugar el Provincial de Clubes de Córdoba y están con expectativas de hacer un buen torneo y llegar a la final.

Para cerrar, nos habla sobre la frustración: “Por primera vez en mucho tiempo tuve este sentimiento cuando hace dos años y medio solo me dedicaba al básquet. Cuando me recibí de enfermera, empecé a trabajar sobre mi profesión y me costó asimilar de que no iba a poder entrenar mucho tiempo y por lo tanto no iba a rendir de la misma forma que antes, esto me llevó a pensar si seguía con el deporte o lo dejaba”.

“El básquet es mi cable a tierra”, finaliza diciendo Rocío, que a pesar de su pequeña crisis, nunca renunció a nada y pudo seguir adelante con lo que más disfruta.

 


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