Desde la Confederación de Deportes de la Provincia de Córdoba nos comunicamos con Juan Pablo, quién es entrenador y nos cuenta acerca de su vocación por el deporte y la competencia con el equipo.
Su amor por esta
actividad empezó cuando en su colegio tenían a un profe que les enseñaba y
luego se dió por un grupo de amigos que jugaban a rieles argentinos un club
que tenía muy buenos jugadores, pero que necesitaba inferiores. Fue así
entonces, cuando arrancó todo.
Después del
colegio, comenzó en el IPEF y en segundo año entró a Escuela Pías para una
actividad extra programática de iniciación deportiva. En ese momento, el profe
de handball que estaba decide irse y le ofrecieron el puesto a él, cargo que
ocupa hasta el día de hoy.
Sobre la preparación dijo que entrenan 3 veces por semana, cuentan con un preparador físico y realizan según el día, trabajo técnico, técnico táctico o estratégico del partido que vayan a jugar.
“Para la competencia tratamos de observar el rival, de minimizar sus fortalezas, de aprovechar sus debilidades y sobre todo trabajar para mejorar nuestra defensa”, nos cuenta el entrenador sobre cómo se organizan para un partido.
Por su parte, les enseña a que deben ser constantes, sacrificados, humildes y no solo importa ganar, sino tambien compartir el camino con los compañeros. Esto es lo que termina aprendiendo de ellos, es decir la aceptación que tienen por el otro: “no importa como sea, no juzgan, no se burlan, eso en mi época no pasaba y ahora se ha mejorado mucho”, son las sentidas palabras del técnico.
Finalmente, nos define al handball como “un deporte hermoso,
con un gran grupo humano. Después de mi familia es una de las cosas que más me
apasionan, he dejado de lado viajes, feriados, fiestas, descansos, todo por
tratar de mejorar, de ser más competitivos y de estar a la altura”.
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