Tomás, es un atleta de 31 años que comenzó a practicar la
disciplina a los cuatro años influenciado por un padre que fue cinto negro y un
tío que, además de se poseer el mismo cinturón, también es el presidente de la Federación
Cordobesa de Judo.
“Mi otro tío fue campeón de los Juegos Panamericanos y
disputó dos Juegos Olímpicos, en Barcelona (1992) y Atlanta (1996). Al
principio era como un hobby hasta que a los ocho años empecé con las
competencias y ahí me enganché”, declara Morales, que bien puesto lleva el
apellido haciendo honor al deporte que ha predominado en la familia.
Con la doble nacionalidad gracias a que sus padres son de
Córdoba, Tomás se entrenaba todo el verano en la Argentina con sus compañeros
cordobeses y destaca haberse criado en las dos ciudades. “En 2016 me recibo
y me voy seis meses a Holanda para entrenar y cuando decidí apostar al deporte
me mudé a Madrid”, relata el judoca.
Actualmente, el judoca barcelonés, reside en Madrid
representando al Dojo Quino, uno de los mejores clubes nacionales y a nivel
mundial que cuenta con campeones del mundo y medallistas en las Olimpiadas.
“No creo que fuera mi mejor torneo, ya que mi estilo suele ser más
arriesgado y esta vez me reservé bastante controlando las luchas, manejando la
distancia para no cometer ningún error y al final se consiguió, asique contento
por el tema táctico que se aplicó a la lucha”, remarca sobre su
rendimiento.
Comentando un poco lo que fue de su año, pone especial
énfasis a la medalla de bronce conseguida en el Open de Santo Domingo porque
fue luego de una larga lesión, donde combinó COVID junto a operaciones que lo
alejaron del tatami.
“Me operé primero del menisco, del cruzado y al final
fueron casi 3 años lesionado. Al ganar el bronce se juntaron todas las
emociones y la valoro mucho por eso, no solo por el resultado sino por lo que
aguanté y lo que tuve que pasar”, nos cuenta el entrevistado que obviamente
destaca que el oro en Perú fue para reafirmar su buen estado para arrancar el
ciclo olímpico.
De cara a lo que se viene, todavía resta mucho tiempo para
París 2024 y grandes competencias están en el horizonte con el fin de disputar
un Juego Olímpico: “Quedan muchos torneos todavía, el campeonato y los Juegos
Panamericanos, todos los torneos Grand Slam y Grand Prix que son los que más puntúan
asique poco a poco voy a ir ganando confianza y ver como se avanza en el
ranking sin obsesionarse”, dice Tomás que con paciencia y trabajo demuestra
que todo puede lograrse.
“Aún tengo que hablar con mi tío que, junto al seleccionador
nacional, es quien determina cuales torneos asistir, pero seguramente serán dos
Grand Slam que van a ser el de Bakú y de Abu Dabi; y a final de año está el de Japón
y tal vez vaya para aprovechar y quedarme entrenando en Japón que es la cuna del
judo”.
Por último, nos cuenta sobre su preparación cotidiana que
consiste en lo físico por la mañana de lunes a sábado y las sesiones de judo que
son por la tarde. Luego la dieta, fisioterapeuta y psicólogo que están incluidos
en la semana: “Prácticamente es como un trabajo”.
A pesar de querer seguir recuperando la rodilla y poniéndose
físicamente a tono, llegó a España para realizar un training camp el pasado fin
de semana que fue de viernes a domingo. “Se arranca con todo de nuevo, no hay
ningún tipo de descanso”, cierra Tomás Morales.
0 comments :
Publicar un comentario