100 metros es una
película española, dirigida por Marcel Barrena. Basada en una historia real,
donde a Ramón, un hombre exitoso y totalmente normal, le empieza a fallar su
cuerpo. Detectada su enfermedad, esclerosis múltiple, y tras desafiarlo con que
no podría ni caminar 100 metros, decide competir en una Ironman (Triatlón).
“Cuando vi la película me pegó,
porque me siento muy identificado. Yo después de haber sufrido un accidente
cerebrovascular, me había alejado del deporte” comienza contando su historia Pablo. Otro
claro ejemplo de constancia y superación, a través y con el deporte.
Cuando un amigo suyo sufre un accidente y queda paralítico, Pablo lo ayudó a volver al deporte
haciendo natación. El progreso fue tal que llegó a cruzar el lago San Roque; y ahí le
llegó una propuesta que le cambiaría la vida:
“Me pide hacer un equipo de triatlón. En una competencia para luchar por la última fecha del Campeonato Cordobés en 2014. Faltando menos de una semana nos anotamos, él nadando, un maratonista y yo. Cuestión que corrimos y ganamos. En el 2015 también corrimos el Campeonato Cordobés y el Campeonato Argentino, y ganamos los dos. Así que algo histórico”.
Y Pablo sigue en esa misma línea: “Es fundamental tener un entrenador que no solamente te conozca, si no que entienda el para qué haces las cosas. Hay gente que lo hace por satisfacción personal, otros por un motivo mayor, que trasciende un resultado”.
Quien lo acercó a
la disciplina a Pablo fue su hermano, y cuando él tuvo una enfermedad “me propuse por qué no hacer un
triatlón entero como él, y ahí empecé mi carrera como triatleta”. Viajó
a Estados Unidos para poder hacer su licencia y allá corrió su primera Copa Americana. Fue debut y medalla de bronce para la Argentina en el
2017, lo que marcó una medalla histórica para el país.
Ramón, con su
enfermedad a cuestas, logró completar el Ironman. Pablo, por su parte, ya nos
representó varias veces en Copas del mundo, llegó a estar dentro de los 22 mejores del
mundo, y desde el 2017 hasta la fecha es el actual Campeón Argentino de la
categoría PTS5.
“Lo que me mueve a hacer esto es la fe, lo que me motiva a transmitir este deporte. La fe me sacó de la tristeza y depresión. Si después de tener un ACV, pude volver a aprender a caminar, nadar y andar en bicicleta, cualquiera lo puede volver a hacer. Conectarme con la fe y con el deporte, y poder llevarle un mensaje de fe a la gente que lo necesita” concluye Pablo.
Desde la Confederación de Deportes le
agradecemos a Pablo Pomata por contarnos un poquito su historia de vida y le
deseamos éxitos en su carrera. Si quieren ver la película ‘100 metros’ la encuentran en Netflix.
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