9.9.21

CONFECULTURA: HERENCIA DEPORTIVA – VOLEY

 

Llega una nueva edición del segmento donde junto a Sebastián y Agustín, padre e hijo, compararemos las historias familiares en el deporte, y vamos a analizar si los últimos Juegos Olímpicos ayudaron a popularizar el deporte en el país.

Herencia Deportiva es una serie de documentales deportivos dirigidos por Diego Gachassin. En este capítulo vamos a conocer a Agustín e Irina Winer, madre e hijo, unidos por el amor al deporte. “Agustín casi que juega desde la panza al vóley, yo jugué hasta los 5 meses de embarazo” comenta la madre.

Sebastián y Agustín Pérez, padre e hijo, también comparten la misma pasión. Los comienzos de cada uno en el vóley tienen muchas similitudes, desde elegirlo después de practicar varios deportes previamente, hasta destacar en esos primeros acercamientos el compañerismo que existe detrás del deporte.

La primera vez que hice vóley fue a los 13 o 14 años, por el colegio. En esos años yo jugaba al fútbol y a los 16 empecé a dedicarme de lleno; y me federé en mi club, Instituto Marcelino Champagnat” comenta Agustín. Por otra parte, Sebastián detalla: A los 14 años me sumé al vóley. El profe era una persona conocida en mi entorno y me ayudó a encontrar la motivación. Eso me trajo grandes amigos y grandes rivales que me dejaron ser y pertenecer”.

En ambas familias, los padres tomaron la determinación de dejar a sus hijos la libertad de elegir el deporte que quieran practicar. Para Agustín Winer, de 11 años, el vóley fue su primera opción: “Cuando era chico mi mamá me llevaba a sus ligas, así que iba a terminar amando al vóley u odiándolo, y lo terminé amando”. Sebastián cuenta que comenzó acompañando a su hijo cuando eligió el fútbol, pero que gracias al colegio se terminó inclinando por el vóley. “Es en esa etapa en donde puedo o no haber tenido alguna influencia, ya que me encontré entrenando y jugando con mi hijo. Algo que hasta el día de hoy me doy ese gusto o placer” agrega.


Hace pocas semanas concluyó una nueva edición de los Juegos Olímpicos, y además del resto de las disciplinas, la selección de Vóley masculina hizo madrugar a un país para seguir cada uno sus encuentros. El deporte alcanzó una masividad importante a lo largo de la Cita Olímpica y puede llegar a convertirse en un gran incentivo para que más jóvenes se sumen al deporte.

Esperemos que sí. En estos últimos años el vóley masculino en argentina viene en caída, y más que todo el cordobés. Esperemos que sirva para que muchos chicos empiecen a entrenar y crezca el deporte” expresa Agustín.

Para Sebastián la popularidad alcanzada durante la competencia responde más a un seguimiento por parte del fanático del deporte, que sigue a todas las disciplinas y el vóley compitió de principio a fin. De todas formas, manifiesta que “ojalá el gran logro obtenido se logre capitalizar y trabajar”.

Con apenas 18 años, la carrera deportiva de Agustín Pérez está dando sus primeros pasos. Comenta que no se traza metas a largo plazo, pero sí se fija objetivos más próximos en el tiempo: “Espero jugar mi primera liga; y también apunto a mantener la titularidad en la primera de mi equipo y en noviembre poder jugar los Binacionales con la selección de Córdoba”.

Desde la Confederación de Deportes agradecemos la palabra y gran predisposición de Agustín y Sebastián. A la serie documental ‘Herencia Deportiva’ la encuentran disponible en DeporTV.

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