7.9.22

AMOR POR LA CELESTE Y BLANCA

El cordobés Santiago Mazzochi se coronó campeón del Mundial de Pádel Senior, en la categoría +35, junto a su compañero mendocino Germán Buenanueva. 


El Mundial de Pádel Senior se disputó en Estados Unidos, más precisamente en la Real Racquet Academy, situada en Las Vegas. Fue organizado por la Federación Internacional de Pádel (FIP), la Federación Americana de Pádel (APF) y la Asociación de Estados Unidos (USPA). Más de 500 jugadores de 18 países, hombres y mujeres, mayores de 35 años compitieron dentro de las ocho divisiones que posee dicho torneo. La delegación Argentina femenina fue subcampeona al caer en la final con España 3 a 0. 


Desde la Confederación de Deportes de la Provincia de Córdoba nos comunicamos con Santiago Mazzochi y al momento de hablar sobre las expectativas previas a la competencia aseguró: 


“Uno es muy competitivo y no quiere perder a nada. Sabíamos que estábamos entre los cuatro o cinco mejores países del mundo a lo que a pádel respecta, con lo cual uno se podía imaginar que íbamos a estar dentro de los mejores del torneo. Obviamente uno se tiene fe y se prepara para la ocasión, en algún punto había mucha confianza. Antes de viajar se me cruzaban mil imágenes ganando el torneo”.


Resumiendo el torneo en pocas palabras, el campeón explicó que se iban acrecentando las esperanzas a medida que pasaban los partidos. Describió la semifinal contra Italia como un partido muy complicado por haberse jugado al mediodía con mucho calor. Como comentario siguiente expresó: “Con la celeste y blanca en el pecho no se puede aflojar, está prohibido y ese es el plus que tuvimos nosotros para ganar ese partido. Dos horas de partido con 38 grados en el desierto te puedo asegurar que es duro.”


Como alegre y sorprendente destacó los momentos en el que se les acercaban figuras del pádel como Roby Gattiker o La Gata Briner, ansiosos por saber contra quién jugaban y cómo iban en el torneo. Relató también cómo los alentaron en la final, La Gata estuvo alentándolos al comienzo, mientras que Roby los tranquilizaba luego de haber conseguido el 2 a 2 parcial. “No perdimos más un game hasta ganar el torneo, una locura”, aclaraba Santiago. 


Especificando detalles de la noche previa a la final, comentó que tanto él como su compañero tenían dificultades para dormir por la obsesión, aunque la adrenalina de ese momento demostraba más excitación y nerviosismo. Luego de levantarse y desayunar, la exaltación era cada vez mayor: 


“Yo estaba muy nervioso aunque no demostraba nada de nada, cuando empezó el peloteo se me fueron de repente todos los nervios y me solté y jugué gracias a Dios muy bien. Y cuando terminó fue una sensación de desahogo, me fui al vestuario y lloré solo. Estaba muy contento, después agarras el celular y tenés 200 mensajes y ahí te das cuenta que algo importante pasó.”


Terminando la conversación, Santiago se refirió a su situación deportiva actual, explicó que después del Mundial salió con un pinzamiento de disco, razón por la que estuvo fuera de las canchas por cuatro meses. La semana pasada decidió retomar la práctica y la competencia, con el fin de observar su evolución y plantear objetivos. 



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